Vilma Espín Gillois: Existencia fecunda en plena Revolución
José Martí planteó que las campañas de los pueblos sólo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño –la obra es invencible.”
Sirve lo expuesto por Martí para hacer referencia a una singular mujer cubana que primero participó activamente en la lucha contra la dictadura militar reaccionaria que existía en Cuba en los años de la década del cincuenta, en la pasada centuria, y que tras producirse la victoria revolucionaria en enero de 1959 fue alguien que se entregó de lleno a la defensa y desarrollo de la Revolución y a propiciar que las mujeres desempeñaran un rol significativo en tal sentido.
Fallecida en La Habana el 18 de junio del 2007 Vilma Espín continúa siendo fuente de inspiración para el pueblo cubano.
Ella con su fecunda existencia, con su labor, con sus principios contribuyó al desarrollo y defensa de la Revolución Cubana y de modo muy especial sobresalió por su quehacer en aras de lograr la plena incorporación de las mujeres al proceso revolucionario y que primara en la sociedad la igualdad de derechos entre los hombres y mujeres.
Precisamente desde el 23 de agosto de 1960 hasta su fallecimiento Vilma presidió la Federación de Mujeres Cubanas y tanto en Cuba como en tribunas internacionales con sus análisis expuso consideraciones sobre el derecho y el papel a desempeñar por las mujeres en la defensa y desarrollo de sus respectivos países y de la humanidad en sentido general.
Vilma fue una gran martiana y en correspondencia con ello tuvo en cuenta y destacó lo que el Héroe Nacional de Cuba, afirmó con respecto a las mujeres al enfatizar: “La mujer, de instinto, divisa la verdad y la precede.”
Ella supo hacer realidad lo planteado por Martí acerca de esta importante cuestión en unión de otras valiosas compañeras que se esforzaron por lograr que las mujeres cubanas se superaran, se incorporaran al estudio, al trabajo, a la defensa del país, que ocuparan responsabilidades en las organizaciones de masas y sociales, en la dirección del Gobierno y en el Partido y participaran en el cumplimiento de misiones internacionalistas, por tan sólo especificar estos aspectos a manera de ejemplo.
Por todo ello, más allá de su desaparición física, ella sigue estando presente en la obra de la Revolución y en el seno del pueblo que la vio recorrer disimiles lugares de Cuba, dialogar con franqueza e incentivar a diversos sectores del pueblo, y de modo muy especial a las féminas, a ocupar un puesto de vanguardia, a sobresalir por sus méritos, inteligencia y su labor cotidiana.
Por la trascendencia de su labor Vilma recibió múltiples condecoraciones, títulos y órdenes nacionales e internacionales, entre las que se destaca el título honorífico de Héroe de la República de Cuba.
Pero de manera esencial el mayor premio en tal sentido fue el de contar con el cariño y respeto del pueblo y de modo muy especial de las mujeres cubanas.
José Martí planteó que las campañas de los pueblos sólo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño –la obra es invencible.”
Vilma además de Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, también fue miembro del Buró Político del Partido y Diputada a la Asamblea Nacional.
Tan sólo a dos días de haberse producido su deceso en una Reflexión que elaboró, y que tituló “Las luchas de Vilma” , Fidel destacó al resumir la vida y la obra de tan imprescindible combatiente
“El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias.”
Lo planteado por Fidel con respecto a Vilma tiene una gran vigencia.
Y es que Vilma continúa presente, con la fuerza de su ejemplo. Ella mantiene la llama viva porque está con sus enseñanzas al lado de todas las mujeres cubanas que se sienten continuadoras de su obra y que trabajan en defensa y por el desarrollo de la Revolución.
Puede decirse que en la historia de Vilma se hace realidad un singular principio expuesto por José Martí cuando aseguró que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.