Eficaces recomendaciones acerca de la salud son expuestas el tres de mayo de 1882  por José Martí  en la Sección Constante de La Opinión Nacional. Trata sobre el tema de la ingestión de bebidas y también sobre la medicina práctica.

Al referirse a la persona mortalmente ebria, la califica de bestial estado, que define como “cuando en el fluido vital hay una parte de alcohol por cada ciento noventa y cinco partes de sangre” y narra el caso de un marinero de Santander que apostó “que bebería de un sorbo un gran vaso de brandy, y lo bebió, y el vaso rodó al lado del marino instantáneamente muerto”.  

Comenta, además, que la higiene va siendo ya la verdadera medicina, y enfatiza que con un tanto de atención, cada cual puede ser un poco médico de sí mismo.

Analiza al dar a conocer el periódico francés Los anales de la Higiene, donde también se revela que la luz eléctrica no es dañosa a la vista sino conveniente y se considera que cuando mejora el sistema de alumbrado en los hogares disminuirían las enfermedades de los ojos, en ese entonces muy numerosas.

En 1893 llega a Cayo Hueso. Es recibido en forma entusiasta. Se dirige hacia el club San Carlos donde lo esperan cientos de compatriotas a los cuales les habla. Desde Cayo Hueso  remite carta a Gonzalo de Quesada.

Al año siguiente, escribe a Rodolfo Menéndez desde Nueva York.

En 1895 le dirige una carta a Antonio Maceo. Lo califica como  “general y amigo”.

Compilación: Víctor Pérez-Galdós