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La Habana y su complejo monumentario “El Templete”

El Templete constituye un singular monumento erigido en la Plaza de Armas en La Habana Vieja. El doctor  Emilio Roig de Leuchsenring, quién fuera el Director fundador de la Oficina del Historiador de la Ciudad, señaló que este monumento fue la primera obra civil de carácter notoriamente neoclásico en La Habana.  

El monumento, ubicado  en la calle Baratillo entre O´Reilly y Enna, fue inaugurado el 19 de marzo de 1828 en el sitio que se supone se celebró la primera misa y el primer cabildo efectuado en la villa de San Cristóbal de La Habana en 1519. 

Su construcción se inició en noviembre de 1827, a partir de los planos del coronel Antonio de la Torre y bajo la dirección del Regidor Francisco Rodríguez y Cabrera. Fue erigido a propuesta del Capitán General de Cuba  Francisco Dionisio Vives 

El Templete se halla  rodeado de un pequeño jardín. Adopta la forma de un singular templo dórico que alberga tres lienzos monumentales debidos al pincel del pintor francés Juan Bautista Vermay

Los cuadros hacen alusión y o reflejan simbólicamente el momento de la primera misa y en ellos aparecen representantes de las autoridades españolas. En El Templete reposan, en una urna de mármol, los restos de Vermay y de su esposa quienes murieron en Cuba producto de una epidemia de cólera en 1833.

Fuera de la edificación aparece una antigua columna llamada de Cajigal por ser el apellido del gobernador español Francisco Cajigal de la Vega, quién mandó a construirla en 1754 en sustitución de la ceiba que marcaba el sitio donde se estima fuera fundada la villa de San Cristóbal de La Habana.  Esta columna sostiene la Virgen del Pilar, patrona de los navegantes españoles. 

En su base como adorno se encuentra un busto de mármol del Adelantado Don Hernando de Soto, primer gobernador de la villa de La Habana.

El Templete se halla situado en el fondo del cuadrilátero y al extremo del lado este en la Plaza de Armas, que es la más antigua de La Habana. Mide doce varas de frente y ocho y media por los dos costados así como 11 de alto.

Está compuesto de un arquitrabe de seis columnas de capiteles dóricos y zócalos áticos y cuatro pilastras en los costados, con otros adornos. El pavimento de El Templete es de mármol blanco.

Dentro del recinto cerrado por las verjas que circundan El Templete se localizan, además, un busto de mármol de Cristóbal Colón, una ceiba y la columna de Cajigal que ya citamos.

La ceiba está directamente vinculada con una tradición un tanto sugestiva, puesto que al recibir el día 16 de noviembre, fecha que se escogió para rememorar la fundación de la villa, allí tiene lugar una ceremonia y los asistentes a dicha actividad por lo regular le dan tres vueltas en silencio a la ceiba mientras piden un deseo con la ilusión que pronto se les haga realidad.

Varias significativas edificaciones se hallan próximas a ese complejo monumentario. or ejemplo muy cerca de El Templete, en la Plaza de Armas, se pueden apreciar el Castillo de la Real Fuerza, que es la más antigua fortaleza de la época colonial que se conserva en Cuba, el otrora Palacio de los Capitanes Generales, que es la sede principal desde hace varios decenios del Museo de la Ciudad, el Palacio del Segundo Cabo donde en estos momentos tiene su sede el Centro para la interpretación de las relaciones culturales entre Cuba  y Europa y la Biblioteca Provincial “Rubén Martínez Villena”.

En la parte central de la Plaza de Armas está situada en la actualidad una estatua de Cárlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.

También frente a la entrada del Museo de la Ciudad se develó el 15 de noviembre del 2021 una estatua del doctor Eusebio Leal Spengler, quién fue Director de la Oficina del Historiador de la Ciudad y máximo impulsor de los trabajos realizados para lograr la conservación y remodelación del centro histórico urbano de La Habana, que ostenta la condición de Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Constituye una escultura que además de rendir homenaje sirve para perpetuar al gran Historiador de La Habana, al intelectual, al arqueólogo, al gestor cultural, al hacedor de proyectos y a un soñador de excelencia.

Precisamente acerca de esta obra, su creador, el prestigioso artista cubano de la plástica José Villa Soberón comentó:

 “Una obra de este tipo no se hace para quienes conocieron al personaje. Una escultura se hace para quienes no lo conocieron y sobre todo para mucho tiempo después que existió ese personaje.”

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