GUSTAVO ALDEREGUÍA LIMA
El doctor Gustavo Aldereguía Lima fue una gran personalidad en la medicina cubana. Sobresalió de manera esencial por su fructífera labor en la lucha contra la tuberculosis. Aldereguía falleció en La Habana el 7 de septiembre de 1970.Su nacimiento se produjo en Campechuela, en la zona de Manzanillo en la parte oriental del territorio cubano, el 22 de marzo de 1895.Desde pequeño quedó huérfano y resultó un tío suyo quién se encargó de atenderlo y propiciar su educación. Realizó los estudios secundarios en un colegio privado de Cárdenas y pasó luego al Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, donde se gradúa de bachiller en ciencias y letras y de perito agrimensor en 1913. En septiembre de ese año matriculó la carrera de medicina y cirugía veterinaria en la Universidad de La Habana, centro en el cual realizó igualmente sus primeras actividades revolucionarias.
En 1917 fundó, junto a otros compañeros, la Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina, en la que aparecen sus primeros artículos. Alcanzó el título de médico en 1918. Entonces durante cuatro años ejerció esta profesión en un caserío en la provincia de Matanzas, donde desarrolla una importante labor de higienista, al darle una prioridad a la medicina preventiva. En 1923 obtuvo por oposición la plaza de profesor ayudante de la cátedra de Clínica médica de la Facultad de Medicina y Farmacia que desempeñaría hasta 1925.
En noviembre de ese año alcanzó la plaza de especialista en enfermedades pulmonares de la Casa de Salud Covadonga, del Centro Asturiano de La Habana. En 1930 publicó el libro Estudios sobre tuberculosis, volumen que contiene ocho de sus trabajos más importantes. El doctor Gustavo Aldereguía Lima fue uno de los miembros fundadores de la Universidad Popular José Martí, junto a Julio Antonio Mella, donde impartió la asignatura de Medicina Social, que por primera vez se daba en Cuba. También participó en la fundación de la Liga Antiimperialista y la Liga Anticlerical.
En los años de la década del treinta combatió a la dictadura de Gerardo Machado. En agosto de 1931 participó en el desembarco armado de 37 revolucionarios que lograron tomar el poblado de Gibara y combatir heroicamente contra fuerzas muy superiores. Como consecuencia de ello sufrió la cárcel y el exilio político. En el transcurso de las siguientes décadas en Cuba nuevamente continuó poniendo de relieve sus condiciones como médico y como revolucionario.
Fundó el sanatorio La Esperanza para la atención de enfermos de tuberculosis. Publicó numerosos trabajos sobre esta enfermedad. Tras el triunfo revolucionario en Cuba siguió prestando valiosos servicios al país en el campo de la medicina y también como embajador. Como homenaje a su labor desde hace años su nombre identifica el Hospital Universitario General de la ciudad de Cienfuegos.