SALVADOR MASSIP VALDÉS
Salvador Massip Valdés, quién falleció en La Habana, el 16 de octubre de 1978, fue un gran geógrafo que sobresalió por su labor investigativa y creativa. Él llegó a asegurar: “Tanto más amaremos a Cuba, cuanto mejor la conozcamos”. Su obra representó un cambio radical en los conceptos geográficos aceptados en Cuba hasta ese momento. A su vez él entrelazó los trabajos de los geógrafos precursores, con la modernidad de las ideas presente en una nueva generación de científicos.
Se afirma que como profesor siempre comenzaba las clases en la Universidad escribiendo en la pizarra una frase de Martí. Él fue un luchador revolucionario e intelectual comprometido con la causa cubana y en tal sentido se enfrentó sucesivamente a las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista. Su nacimiento tuvo lugar el 19 de abril de 1891 en Puerta de la Güira, en Artemisa. Tras cursar estudios elementales, matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Después mientras trabaja como ayudante de su padre en la confección de artículos de cuero, comienza a interesarse en el estudio de las ciencias de la Tierra.
Sin haber cumplido 20 años, ingresa en la Universidad de La Habana en la que se gradúa en 1912 en la especialidad de Pedagogía y tres años después obtuvo el título de Doctor en Filosofía. En 1916 alcanzó, por oposición, una cátedra en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, donde inicia una extensa carrera como profesor de Geografía. Poco después, viajó a los Estados Unidos a fin de profundizar sus conocimientos geográficos en la Universidad de Columbia. En aquel plantel conoce a Sarah Ysalgué, que sería después su gran compañera en la vida y en el trabajo.
De regreso a Cuba en 1925 imparte clases en la Universidad de La Habana, y cinco años más tarde publica la primera edición de Introducción de la Geografía Física. Con Massip la enseñanza de la geografía alcanzó su plenitud, pues introdujo nuevos métodos de aprendizaje, entre ellos las excursiones y trabajo de campo. Cambió el enfoque descriptivo y memorístico de la geografía tradicional por otro analítico integral y humanístico, y la dotó de una metodología creativa, adecuada a cada uno de los fenómenos objeto de estudio.
Legó una obra de más de un centenar de publicaciones principalmente relacionada con la ciencia que tanto amó. Tras el triunfo de la Revolución Cubana Salvador Massip igualmente desempeñó las funciones de embajador y en 1962 fue uno de los nueve fundadores de la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias, y fue miembro distinguido de numerosas asociaciones científicas en Cuba y el extranjero.
Entre sus más destacados aportes al desarrollo de las ciencias geográficas se halla una nueva regionalización del archipiélago cubano a partir de las características del relieve y su participación como vicepresidente del consejo de dirección del primer gran Atlas Nacional de Cuba, publicado en 1970 en conjunto por las Academias de Ciencias de Cuba y de la entonces Unión Soviética.