Efemérides habaneras. 16 de Noviembre.
Este día se celebra el 505 aniversario del tercer y definitivo asentamiento de la villa de San Cristóbal de La Habana.
Su centro histórico urbano, además de Monumento Nacional, le fue conferido en 1982 la condición de Patrimonio cultural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
Llamada Ciudad de las Columnas por el escritor cubano Alejo Carpentier, es el principal centro de la vida política, económica, científica y sociocultural de Cuba. Es la capital de la nación y de todos los cubanos.
Desde hace varios decenios en La Habana se ha realizado una sistemática y fructífera labor de restauración y conservación de plazas y edificaciones relevantes.
La Habana es fuente de gran atracción turística. Anualmente resulta visitada y recorrida por múltiples hombres y mujeres de diferentes partes del mundo.
1986. Se inaugura en La Habana Vieja la Fototeca de Cuba.
Desde su fundación se propuso no ser simplemente un archivo fotográfico, sino más bien un núcleo que conforma, consciente y sistemáticamente, una memoria visual, un repertorio de imágenes destinadas a incidir en el desarrollo de la fotografía y cultura nacionales, en el ámbito latinoamericano en particular y en el
internacional en sentido general. Entre sus funciones se encuentran el establecimiento de las normas para la adquisición, almacenamiento, estabilización y conservación de materiales fotográficos de interés testimonial y estético. Esta reserva incluye mayoritariamente muestras de la labor de autores cubanos y extranjeros. Se ha nutrido a partir de donaciones, transferencias y compras. Cuenta con una abundante colección nacional en las que descuellan daguerrotipos, ferrotipos, esmaltes, tarjetas de visita, además de trabajos de excepcional valor histórico.
La Fototeca de Cuba tiene su sede en una añeja edificación restaurada, sita en la calle Mercaderes número 307 entre Muralla y Teniente Rey, en el centro histórico urbano de la capital cubana.
1983. Se inaugura en La Habana la Casa del Árabe.
Por sus características, la actual sede, responde a las primeras y más importantes construcciones hechas en Cuba. Tiene una marcada influencia morisca. Presenta techos de armaduras ricamente labrados y también delicadas balaustradas de madera, estrechas celosías y columnas en la galería interior, labradas en un tipo de madera llamada ácana roja.
En este centro se hallan múltiples objetos de gran significación y que reflejan la variedad y características del arte árabe. Algunos de dichos objetos fueron donados a la casa por coleccionistas privados y otros resultaron descubiertos en excavaciones arqueológicas realizadas en zonas aledañas a la edificación o en su propio subsuelo. Se trata de piezas de vajilla, instrumentos de trabajo, cristales antiguos, y decenas de piezas completas.
En esa institución se muestran obras de arte y artesanías, armas antiguas y modernas y una colección de muebles árabes, así como ropas orientales de los siglos XVII y XVIII, ribeteadas de hilos dorados y plateados y algunos vestidos tradicionales de Palestina, confeccionados por artesanos.
Igualmente se aprecian muestras de la tapicería colgante, entre ellas, alfombras con motivos de animales y arabescos indescriptibles, todos de un colorido poco frecuente. También pueden verse muestras de marquetería en las que se destaca un bargueño trabajado en cedro, laminado en oro y con incrustaciones en hueso, que se supone fuera creado en el siglo XVII.
Además se encuentran en esta instalación una pequeña caja que seguramente sirvió para guardar joyas, la que fue confeccionada con infinidad de maderas preciosas y ricamente coloreada.