Aniversario 65 de la Ciudad Escolar Libertad en La Habana
Este 14 de septiembre se celebra el aniversario 65 de un gran hecho histórico en Cuba, la conversión del que fuera Campamento Militar de Columbia en Ciudad Escolar Libertad.
La historia de ese campamento militar data de finales del siglo XIX. Comenzó a ser edificado en 1899 para servir de sede principal de las tropas estadounidense que habían ocupado el territorio cubano, tras intervenir en la guerra entre los soldados españoles y los patriotas cubanos que luchaban por lograr la independencia de su tierra natal.
No fue una fortaleza militar en el sentido de su estructura por no contar con gruesos muros, con baluartes, almenas y fosos.
Tras cesar la ocupación directa estadounidense del territorio cubano el campamento de Columbia fue transformado en cuartel principal del ejército cubano y a partir de 1933 allí radicó la sede del Estado Mayor del Ejército.
Se le asoció como un símbolo de poder de los gobiernos existentes en Cuba durante la etapa seudorrepublicana.
El 10 de marzo de 1952 esa instalación fue ocupada por un grupo de militares encabezados por Fulgencio Batista para llevar a cabo un golpe de estado e instaurar una dictadura militar reaccionaria en el país.
Ese mismo día el joven abogado, Fidel Castro, integrante de las filas juveniles del Partido del Pueblo Cubano, comúnmente identificado como Ortodoxo, condenó de inmediato el vil hecho.
Precisamente en un documento que elabora señaló en forma categórica: “¡Revolución no, zarpazo!, Patriotas no, liberticidas, usurpadores, retrógrados, aventureros sedientos de oro y poder".
En la parte final del citado documento Fidel reiteró que ante esa situación se imponía la lucha revolucionaria al precisar: “…hay tirano otra vez, pero habrá otra vez Mellas, Trejos, Guiteras. Hay opresión en la Patria, pero habrá algún día otra vez libertad”.
En enero de 1959 a los pocos días de haberse producido el triunfo de la Revolución este campamento militar fue escenario de un trascendental acto.
Exactamente el día 8 allí concluyó la Caravana de La Libertad que encabezara Fidel Castro desde Santiago de Cuba hasta La Habana. Una gran multitud participó en ese emotivo acto.
Y Fidel al hablar al pueblo señaló con particular franqueza en medio del gran júbilo popular: “Creo que es éste un momento decisivo de nuestra historia, la tiranía ha sido derrocada, la alegría es inmensa y sin embargo queda mucho por hacer todavía. No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo sea más difícil.”
Y también destacó: “Cuando yo oigo hablar de columnas, cuando oigo hablar de frentes de combate, de tropas más ó menos numerosas, siempre pienso: he aquí nuestra más firme columna, nuestra mejor tropa, la única tropa que es capaz de ganar sola la guerra. Esa tropa es el pueblo. Más que el pueblo no puede ningún general, más que el pueblo no puede ningún ejército; si a mí me preguntaran qué tropa preferiría mandar, yo diría: prefiero mandar al pueblo. Porque el pueblo es invencible y el pueblo fue quien ganó esta guerra”.
A partir de entonces y durante varios meses el campamento de Columbia fue ocupado por los integrantes del Ejército Rebelde.
Más en ese propio año inicial de la Revolución, el 14 de septiembre de 1959, Columbia dejó de existir como instalación militar para convertirse en Ciudad Escolar Libertad.
Al hacer uso de la palabra ante un numeroso grupo de maestros y escolares, Fidel resaltó: “No fue fácil tomar esta fortaleza, miles de compañeros cayeron en el camino; conquistar esta fortaleza costó mucha sangre, costó muchas batallas y costó muchas vidas. Al principio parecía imposible, nosotros éramos un grupo pequeño, esta fortaleza estaba llena de cañones, llena de tanques, llena de soldados, llena de fusiles. Nadie creía que aquellos que éramos unos pocos, podríamos algún día tomar esta inmensa fortaleza que era el símbolo de la fuerza, que era el símbolo de la dictadura. Sin embargo, tuvimos fe; estamos aquí hoy reunidos con Ustedes, porque tuvimos fe".
Seguidamente resaltó: “Hacía falta luchar mucho, hacía falta ganar muchas batallas, pero nosotros sabíamos que las ganaríamos porque teníamos la razón, porque estábamos defendiendo una causa justa, y así fue como un día las tropas rebeldes entraron en Columbia después de derrotar a las fuerzas de la dictadura. Y aquella promesa se cumple hoy".
Incluso Fidel expuso una consideración muy significativa sobre la educación y la importancia que tenía que los niños se prepararan adecuadamente y que se convirtieran en muy buenos estudiantes.
Detalló al respecto: “Ustedes tienen hoy lo que nosotros estuvimos deseando siempre, es decir, que esta fortaleza desapareciera, y no pudimos ver realizado este sueño cuando nosotros éramos jóvenes como ustedes. Muchos jóvenes que fueron estudiantes, colegiales como ustedes, tuvieron que pagar con su vida esta conquista. Así que la mayor gratitud de los niños tiene que ser para los compañeros que murieron en la lucha. La mayor reverencia tiene que ser para los rebeldes que murieron, los revolucionarios que murieron para hacer realidad este sueño de tener algún día convertida en Centro Escolar la fortaleza militar de Columbia".
Y también les manifestó a los escolares: “¿Qué es lo primero que tienen que hacer?... ¡Ah!, estudiar. Entonces, el niño que no estudie no es un buen revolucionario, porque el niño que no estudie no sabrá hacer las cosas bien hechas y le pasará lo que nos pasa a nosotros, que vamos a hacer algo y no nos sale bien, todo lo bien que queremos. Así que el niño que no estudie no es un buen rebelde, no es un buen revolucionario, porque si quieren ayudar a la Revolución, si quieren ayudar a los rebeldes, si quieren ayudar a su patria, tienen que estudiar, porque el que no sepa hacer las cosas no puede ayudar a nadie, se equivoca y aunque las quiera hacer bien no las puede hacer bien, porque no sabe. Yo quiero que los niños jueguen, que tengan campos deportivos, que tengan playas, que naden, que se diviertan, que hagan excursiones por el campo… Pero queremos que también estudien…”
En la parte final de su intervención Fidel se dirigió al entonces Ministro de Educación del Gobierno Revolucionario, el Doctor Armando Hart Dávalos y le patentizó: “Compañero Ministro de Educación: en sus manos ponemos esta fortaleza y de ella arriamos nuestra bandera victoriosa, para entregarle a la educación la fortaleza conquistada. Esperamos que este acto marque el inicio de una nueva era en la educación y que el centro de alta enseñanza que aquí se establezca, llegue a convertirse en el primero de toda la América.”
Desde entonces Ciudad Libertad, como comúnmente suele ser conocida, que se localiza en el actual municipio Marianao, en La Habana, ha constituido todo un gran símbolo de la educación en nuestro país.
(Fotos tomadas de Internet)