1889. Fallece en el poblado de Santiago de las Vegas Enrique Roig San Martín.

Su nacimiento se produjo en La Habana el 5 de noviembre de 1843.

Realizó sus primeros estudios en el Colegio San Anacleto.

En 1859 su hermano Pedro Celestino se lo llevó para Manzanillo, donde aprendió el oficio de maestro de azúcar. Gracias a la experiencia adquirida en esa ciudad pudo emplearse en varios ingenios del occidente cubano. En 1879 le  encomendaron la administración del Ingenio Caridad, en Colón, provincia de Matanzas. De regreso nuevamente a Santiago de las Vegas conoció a Fermín Valdés Domínguez y juntos colaboraron en el centro de Instrucción y Recreo de esa localidad.

Colaboró en diversas publicaciones obreras, hasta que fundó El Productor, cuyo primer número salió a la calle el jueves 12 de julio de 1887.

Desde la segunda mitad del siglo XIX libró en Cuba incontables batallas por la unidad y la organización de los trabajadores, el mejoramiento de sus condiciones de vida y de trabajo, el derecho a la huelga y por la formación de una conciencia internacionalista en el proletariado cubano.

Se pronunció contra la discriminación racial y las condiciones de inferioridad en que vivía la mujer cubana de la época, contra el juego, la prostitución, los impuestos abusivos y las medidas de las autoridades coloniales que afectaban al pueblo.

Se le llegó a considerar como el primer cubano dedicado a orientar al proletariado por el sendero de la lucha de clases.

1966. El Comandante en Je Fidel Castro pronuncia un discurso en la clausura del XII congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.

Expresó: “Hay que decir, en realidad, que la Revolución encontró en los trabajadores una enorme comprensión, una enorme capacidad de cooperación; hay que decir, realmente, que la Revolución recibió el apoyo de los trabajadores aun en aquellas cosas que implicaban, para muchos trabajadores, renunciamiento de ventajas que bajo el capitalismo eran triunfos y bajo el socialismo eran privilegios. Pero que, desde luego, no es lo más grato a los oídos de los hombres la palabra que se encamina a pedirles el sacrificio de algo, la renuncia de algo”.

Agregó: “En nuestra Revolución, bajo el socialismo, entre pueblo y gobernantes no hay ni puede haber contradicciones, entre pueblo y gobernantes no hay ni puede haber antítesis, nuestro deber es hacer el máximo, es hacer lo que podamos y más de lo que podamos. Nuestro deber es pensar, encontrarle soluciones a los problemas, profundizar en las dificultades, y resolver”.

2013. Se produjo en La Habana el fallecimiento de Jaime Sarusky Miller.

Su nacimiento había tenido lugar en territorio habanero el 3 de

enero de 1931. Se inició como escritor y periodista en 1953 cuando estudiaba en la universidad de La Habana Ciencias Sociales. Sus primeros cuentos y artículos aparecieron en el periódico El Sol de Marianao. Después viajó a Francia y continuó sus estudios universitarios. A su regreso a Cuba en 1959 inició su labor periodística profesional como redactor y jefe de rotograbado del periódico Revolución y posteriormente fue redactor de La Gaceta de Cuba, jefe del suplemento y la página cultural del periódico Granma y de la revista Bohemia.

En distintas etapas de su vida colaboró como profesor de Literatura e Historia en la enseñanza media superior, como funcionario del Ministerio de Cultura y de la Comisión de Orientación Revolucionaria del Partido Comunista de Cuba. Desarrolló investigaciones sociológicas en la zona del Escambray.

En varias ocasiones integró los jurados del Premio Literario Casa de las Américas y también el Premio Duca, el más importante en los países de la América Central.

En 2011 le fue dedicada la XX Feria Internacional del Libro de La Habana, razón por la cual se le rindieron homenajes por toda Cuba.