Efemérides habaneras. 25 de agosto
1871. Fue fusilado en la fortaleza San Carlos de La Cabaña, de La Habana, el poeta Juan Clemente Zenea.
Su nacimiento tuvo lugar en la ciudad de Bayamo, entonces provincia de Oriente el 24 de febrero de 1832. Cuando tenía 13 años se traslada en unión de sus padres hacia La Habana. Su precoz inteligencia le hace adquirir amplios conocimientos. A los 17 años comienza a trabajar como redactor del diario La Prensa de La Habana, donde publica sus primeros versos. Su labor periodística se va ampliando al escribir crónicas, críticas literarias y artículos varios. Trabajó como profesor de inglés en el colegio El Salvador, dirigido por el eminente pedagogo cubano José de la Luz y Caballero.
Partidario de la independencia de su tierra natal, regresa a los Estados Unidos para desarrollar actividades políticas junto a los emigrados cubanos. Incluso intenta participar en dos expediciones hacia Cuba, en 1869, las cuales no llegan a realizarse.
En 1870 se entrevista con Carlos Manuel de Céspedes en el campo insurrecto. Al salir del territorio del campamento mambí, es apresado por tropas españolas y es conducido a la fortaleza de La Cabaña. Ocho meses duraría el suplicio y la incomunicación del poeta hasta que finalmente fuera fusilado.
1906. Fallece en La Habana la poetisa y escritora María de las Mercedes Matamoros.
Su nacimiento se produjo en la ciudad de Cienfuegos el 13 de marzo de 1851. Años después se trasladó para La Habana y logró tener una esmerada educación, incluso aprendió varios idiomas, lo cual le facilitó poder leer y traducir a relevantes poetas.
Tras el comienzo de la lucha por la independencia de Cuba, se niega a escribir para los periódicos enemigos de la causa cubana. Entre 1868 y 1878 puede decirse que su lírica enmudece y tan sólo se dedica a hacer traducciones del inglés y el francés para ganarse la vida.
En 1879 publica su obra “Melodías hebreas” lo que le abre las puertas de la fama y la sitúa en un lugar destacado entre las mujeres escritoras de Cuba. Pronto sus producciones literarias llegan a revistas europeas y sudamericanas.
Ya en la última etapa de su existencia, a pesar de hallarse enferma, vuelve a reflejar en poemas lo que siente y en este sentido crea “El último amor de Safo, en el que refleja en todos sus matices un exaltado y ardiente amor, y también compone Mirtos de Antaño que evoca o sugiere episodios de etapas de su existencia que vienen a su mente en fecha ya cercana a su muerte, ocurrida en el Hospital Civil de Guanabacoa.
1993. El Comandante en Jefe Fl Caidestro habla en La Habana, en el acto central de bienvenida a un grupo de “Pastores por la Paz”, que volvían a apoyar a Cuba con sus donaciones, a pesar de haber sido retenidos por autoridades norteamericanas en la frontera de México.
Fidel manifiesta: “He dicho más de una vez que en ningún lugar del mundo reciben a un ciudadano norteamericano con más espíritu de amistad con que lo reciben en Cuba. Nunca se escucha una palabra ofensiva, nunca se escucha una palabra de odio lo cual, si no diera únicamente la medida de los sentimientos, da la medida de la educación política y revolucionaria de nuestro pueblo, educado no en odios ni en fanatismos; educado en la comprensión, a partir del análisis de los problemas y a partir de la prédica de todos los revolucionarios cubanos, que siempre han hecho mucho énfasis en esto, de que la responsabilidad no corresponde al pueblo norteamericano, sino que corresponde a sus gobernantes. Eso lo hemos dicho una y mil veces.”