El 15 de mayo de 1955 Fidel en unión de otros compañeros que habían participado en los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y el Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, salieron del Presidio Modelo de Isla de Pinos, sin que el régimen dictatorial hubiera podido lograr que se condicionara su excarcelación con el compromiso de no reanudar la lucha revolucionaria.

Por el contrario, Fidel tan pronto llegó a La Habana quiso participar en un acto, pero ello no fue posible porque los agentes del régimen lo impidieron.

Unas semanas después Fidel convocó a una reunión para reorganizar el Movimiento Revolucionario que ahora se identificaría con la fecha del 26 de julio y se determinó los compañeros que integrarían la Dirección de la citada organización.

Ya en el mes de julio, al apreciar que en la capital cubana le resultaba imposible  poder sostener otros encuentros, por ser muy vigilado, Fidel decidió trasladarse a México, país donde pudo reagrupar a una buena cantidad de compañeros, que se entrenaron y muchos de ellos participaron después en la expedición del yate Granma.

A partir del 2 de diciembre de 1956 cuando llegaron los expedicionarios a la zona sur oriental del territorio cubano, se reinició la lucha contrala dictadura militar reaccionaria de Fulgencio Batista.

Hubo que encarar momentos difíciles pero sobresalió ante todo la firmeza y la plena convicción que la lucha culminaría en la victoria.

Fidel llegó al puerto de Batabanó en el ferry El Pinero,   construido en 1901, en un astillero de Filadelfia,  Estados Unidos de América fue concebido inicialmente como una nave de guerra con casco de acero, con 51 metros de eslora, manga de 9 metros y  con un puntal de dos punto 25 metros. 

Pero un cuarto de siglo después la embarcación sufrió un incendio y entonces se decidió convertirla en un buque de pasajeros  y de carga.

En 1926 el empresario de la Compañía de Vapores de Isla de Pinos, adquirió esta embarcación con el objetivo de utilizarla comercialmente en los viajes entre los poblados de Batabanó y Nueva Gerona, distantes alrededor de cien kilómetros.

La embarcación desarrollaba una velocidad de 8 nudos aproximadamente. Cubría la ruta entre el puerto de Batabanó  y  Nueva  Gerona en unas 8 horas. Por lo regular tenía una frecuencia de viajes de tres veces por semana.

Su capacidad de pasajeros estaba prevista en 160, aunque en ocasiones transportó más de 200 personas. La tripulación oscilaba entre 15 y 20 marineros.

Después de realizar múltiples viajes, casi treinta años más tarde, la nave quedó un tanto relegada por no ser rentable ante la presencia y explotación de otras más modernas, entre ellas el ferry Isla del Tesoro.

No obstante tras el triunfo de la Revolución en Cuba, en 1959, el Pinero  nuevamente fue utilizado en la realización de los viajes citados y en varias ocasiones resultó sometido a una cuidadosa reparación en los astilleros de la ciudad de Cárdenas, en la provincia de Matanzas.

En 1975 el ferry el Pinero fue finalmente desactivado y en 1981 se decidió hacerle una reconstrucción general para convertirlo en un barco museo. 

El ferry El Pinero, declarado Monumento  Nacional,  está emplazado desde hace varios decenios en un área de tierra firme, a orillas del río Las Casas, muy cerca de su muelle tradicional, en la calle 33  entre 26 y  28  en Nueva  Gerona.  Alrededor de El Pinero existe una plazoleta en la que hay una sala de exposiciones y tienda de ventas de bienes culturales. En este lugar  se realizan con frecuencia actos de carácter político y también actividades culturales y recreativas.

Nueva Gerona, la capital del hoy municipio especial de la Isla de la Juventud,  fue conocida inicialmente como colonia Reina Amalia.   Está situada en las márgenes del río Las Casas, en cuyo estuario Cristóbal Colón abasteció de agua sus naves en 1494. Este poblado fue creado el 17 de diciembre de 1830. 

El nombre actual de este poblado proviene de una alabanza al que fuera Capitán General de Cuba  Dionisio Vives, puesto que recuerda una localidad defendida por él durante sus hazañas militares en la península ibérica.

Vives fue también quién cumplió en Cuba la Real Orden decretada por la monarquía española de poblar y fortificar la zona donde se localiza dicho poblado.

Nueva Gerona cuenta con casas añejas de tejas y gruesas columnas que se extienden sobre todo a lo largo de la calle treinta y nueve, que también es identificada como Calle Real, y que constituye la arteria cultural y comercial de este principal poblado del municipio especial de la Isla de la Juventud.

Este municipio tiene una superficie  de  mil 132 kilómetros cuadrados y en su plataforma insular se localizan fondos marinos casi vírgenes que atraen la atención de múltiples personas amantes de la práctica del buceo y de la fotografía submarina.