Instituido en 1980 en Cuba se celebra cada año, el 22 de enero, el Día del Teatro cubano. Se escogió esta fecha teniendo en cuenta  que en similar día en 1869, La Habana fue estremecida por la represión desatada por los integrantes del Cuerpo  de Voluntarios que se inició en el teatro Villanueva y después se extendió a otras áreas de la ciudad.

En la fecha citada en la instalación cultural la agrupación Bufos Caricatos realizaba la presentación de la obra "Perro huevero, aunque le quemen el hocico", original de Juan Francisco Valerio.

Cuando casi al final de la obra un personaje exclamó  "¡Viva la tierra que produce la caña!" del seno del público se escuchó el grito de Jacinto Valdés, popular guarachero, apodado el Benjamín de la Flores, ¡Viva Céspedes! en claro respaldo a la lucha que ya se libraba en la zona oriental  de Cuba desde el mes de octubre de 1868 en aras de lograr la independencia  del dominio colonial español.

De inmediato varios integrantes del  Cuerpo de Voluntarios  (fuerza militar auxiliar formada por peninsulares y criollos al servicio  de los representantes de la metrópoli española)  reaccionaron con indignación.

Dispararon a mansalva y también con el empleo de sus bayonetas hirieron y provocaron la muerte a un gran número de los asistentes a dicho  teatro.

Pero la represión se extendió a otras zonas de La Habana, incluso en los días sucesivos.

El teatro Villanueva había sido construido en 1846 con el nombre de Circo Habanero, en la manzana comprendida entre las calles de Zulueta, Colón, Morro y Refugio. Tenía capacidad  para más de 1,300 espectadores  y, aunque en el actuaban compañías de ópera de fama internacional, era preferido por las compañías de verso, prestidigitadores y esa clase de espectáculo  de variedades.

Cuando se producen los sucesos del teatro Villanueva el joven José  Martí, quien estaba próximo a cumplir 16 años, se hallaba en la casa de su profesor Rafael María Mendive, en la avenida del Prado.

Varios lustros después, cuando creó sus Versos Sencillos, en 1890, dedicó uno de los 46 poemas a recordar lo ocurrido en el Teatro Villanueva y en La Habana en general.

Entonces precisó en la parte inicial de ese Verso Sencillo:

"El enemigo brutal

Nos pone fuego a la casa:

El sable la calle arrasa,

A la luna tropical.

Pocos salieron ilesos

Del sable del español:

La calle, al salir el sol,

Era un reguero de sesos.

Martí igualmente recordó la actitud de su querida madre que aún en medio de la tensa situación existente en La Habana salió de su casa para ir a recogerlo en la vivienda de Mendive.

Martí así detalló:

Pasa, entre balas, un coche:

Entran, llorando, a una muerta:

Llama una mano a la puerta

En lo negro de la noche.

No hay bala que no taladre

El portón: y la mujer

Que llama, me ha dado el ser

Me viene a buscar mi madre.

Destacó, además, la impresión que causó la firmeza de Leonor:

A la boca de la muerte,

Los valientes habaneros

Se quitaron los sombreros

Ante la matrona fuerte.

Y después que nos besamos

Como dos locos, me dijo:

¡Vamos pronto, vamos, hijo:

La niña está sola: vamos!".

Varias destacadas personalidades igualmente expusieron consideraciones sobre lo acaecido en La  Habana cuando se produjeron los sucesos del Teatro Villanueva.

Por ejemplo el Doctor Emilio Roig de Leuchsenring, historiador, periodista, etnólogo y patriota, Director de la Oficina del Historiador de la Ciudad, comentó: al respecto: 

"La Habana fue siempre foco intensísimo de agitación y conspiración separatista, de protestas y rebeldías contra el régimen colonial; e insignes hijos de esta ciudad y de otras provincias, residentes en ella, libraron en todo momento ardorosas campañas en la prensa, en la tribuna, en el libro y en el seno de asociaciones cívicas -logias masónicas, especialmente-, ya de modo abierto, ya en secreto, para recabar de España, primero pacíficamente, derechos y libertades, y después mediante la fuerza de las armas, sufriendo persecuciones, prisiones, expulsiones y la muerte"...

En la actualidad alrededor del 22 de enero en Cuba se celebran múltiples actividades en las que se reconoce a los que a través del tiempo han dado un valioso aporte al  desarrollo del teatro en nuestro país.

Precisamente por ese motivo desde 1990 en Cuba se instituyó  y se entrega el Premio Nacional de Teatro.