Nacido el 13 de octubre de 1936 en La Habana Eduardo Rivero Walker  con el decursar de su existencia llegó a ser un notable profesor, bailarín y coreógrafo. Desempeñó las funciones de Director general y artístico de la Compañía Teatro de la Danza del Caribe y fue fundador de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de Cuba, con la cuál viajó a múltiples países.

Desde su infancia recibió influencia de la cultura del Caribe, con su familia del barrio habanero de San Isidro, y con su abuela que le cantaba canciones de Jamaica.Siendo adolescente se reunía con amigos y amigas  que tenían un interés común por la danza.El primer vínculo con la danza lo realiza a través de Manuel Ángel Márquez, que vivía cerca de su casa. Por él conoce a  destacados bailarines. También Márquez lo lleva al Conservatorio Municipal de La Habana (hoy Conservatorio Amadeo Roldán), donde matricula en 1953 en la Escuela de ballet. Allí estudió durante seis años.

En esa escuela conoce a quien luego fuese un gran coreógrafo y amigo, Jorge Lefebre. El mundo del ballet en Cuba era algo prácticamente imposible para un negro en esa época. Él comprendió esa limitación e incursionó entonces en la danza folclórica. Así fundó la más importante compañía de danza contemporánea del país: Danza Nacional de Cuba Las décadas del 60 y el 70,en el siglo veinte,  marcaron su figura como bailarín.

Ocupó un puesto cimero en la más importante compañía danzaria de su tipo en la Mayor de las Antillas, como solista o integrante del cuerpo de baile. El 18 de febrero de 1960, con coreografía de Ramiro Guerra y música de Amadeo Roldán, Eduardo Rivero Walker hizo su primer protagónico, en la obra Mulato, que reflejaba a un hombre mestizo enamorado de una mujer blanca.

Luego también  tuvo una presentación muy significativa en Suite Yoruba.  La última vez que Eduardo Rivero subió a las tablas como bailarín, fue en el 30 aniversario de la Compañía Danza Nacional de Cuba, en el año 1989. Ramiro Guerra hizo una selección de algunas de sus obras, y Rivero bailó el Orfeo Antillano. En el Teatro Mella el público le tributó una ovación. El espectáculo se detuvo un instante, y Eduardo pudo despedirse con un saludo largo y agradecido.  En 1970 tomó su propio sendero en el difícil camino de la creación, y llegó al escenario con su primera obra Okantomí.

En el año 1988 fundó el Teatro de la Danza del Caribe en Santiago de Cuba para el cual continuó produciendo otras reconocidas coreografías por lo que fue considerado entre los creadores más prolíferos de Cuba.  Fue autor de obras como Súlkary, pieza considerada un clásico de la danza contemporánea cubana, que ha sido interpretada por compañías nacionales y extranjeras. Por su trayectoria artística se le confirieron varias condecoraciones y reconocimientos. Eduardo Rivero Walker falleció el primero de noviembre de 2012 en Santiago de Cuba.