1852.  Nace en La Habana Claudio José Domingo Brindis de Salas.

Llegó a ser calificado como el Paganini Negro, así como el Príncipe de las Octavas. El primero de dichos calificativos estuvo relacionado con el color de su piel y por ser comparado con un relevante violinista italiano. El otro fue por la forma tan magistral en que solía tocar el   violín.

Estudió en París en el conservatorio de la capital francesa.  Durante cinco años consecutivos obtuvo allí el Premio de Honor y de ese centro escolar egresó con el prestigio suficiente como para presentarse y triunfar en distintos salones franceses y en otros países. Europa se maravilló con las actuaciones del músico cubano. Lo hicieron, incluso, miembro de órdenes españolas, francesas, portuguesas y austríacas. Llegó a ser violinista de Cámara de su Majestad, el Emperador de Alemania. No obstante sus grandes éxitos en Europa, no olvida a su tierra natal. Se presentó en La Habana en el teatro Payret y después en los altos de El Louvre y seguidamente en el teatro Tacón. La última vez que vino a Cuba fue en 1911. Entonces empezó a realizar otra gira por América, pero ya estaba afectado por la tuberculosis.

El primero de junio de 1911 se produjo su fallecimiento en la Argentina.

En 1956 por iniciativa del prestigioso investigador de la música cubana Odilio Urfé se procedió al traslado de sus restos  hacia la sede del Instituto Musical de Investigaciones Folklóricas en la antigua Iglesia de Paula en La Habana Vieja. En la actualidad allí permanece dicha urna que descansa sobre un pedestal de mármol.

1890.   Nace en La Habana Adolfo Luque.

Desde niño le gusto practicar béisbol y  se inició en este deporte  jugando la tercera base del club Vedado. Fue un gran pelotero, entrenador y director de varios equipos tanto en Cuba como en el extranjero, por lo cual todos los deportistas lo obedecían por el prestigio que se ganó.

En Cuba jugó como profesional desde 1912, año en que debutó en tercera base con el equipo identificado como Fe. En la Liga cubana como pitcher en total llegó a obtener 93 victorias frente a 62 reveses hasta el instante en que  lanzó su último partido con el equipo Almendares.

En los Estados Unidos entró en las Ligas Mayores en 1914 con los Bravos de Boston. Fue campeón de picheo en 1923 con el equipo los Rojos de Cincinnati, al acumular 27 triunfos, con solo ocho reveses. En esa campaña, el cubano ocupó la lomita en 41 ocasiones, 37 en funciones de abridor, y trabajó en 322 entradas.

Después integró otros equipos de las Grandes Ligas, en las que se mantuvo hasta el año 1935. Ganó 194 juegos y perdió 170, con promedio de 3 coma 24 carreras limpias.  Se retiró en 1936 del deporte activo, pero posteriormente pasó a ser entrenador de pitcheo tanto en Cuba como en los Estados Unidos.

Está considerado una gloria del deporte cubano y de América Latina.

Falleció en La Habana el 3 de julio de 1957.

1990. Fallece en La Habana el doctor Zoilo Marinello Vidaurreta.

Se graduó de medicina en la Universidad de La Habana el 20 de julio de 1943. Ese año ocupó una plaza de médico interno en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Desde 1945, y durante dos años, realiza una residencia en el Memorial Cáncer Center de Nueva York (Estados Unidos), donde se especializa en Oncología. Regresa a La Habana en 1947 y continúa su labor docente en la misma cátedra.

En 1950 obtiene una plaza de cancerólogo del Instituto del Radium “Juan Bruno Zayas”, del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes y en 1960 forma parte de la Comisión Interventora del hospital. Asume la jefatura del Instituto del Radium e integra también la Comisión Técnica de Reestructuración del Sistema Hospitalario de la Universidad de La Habana.

Un año más tarde, en 1961, es nombrado director del Hospital del Cáncer Curie y comienza su labor de unificación de las cuatro unidades oncológicas de La Habana: el Hospital del Cáncer, el Dispensario de la Liga contra el Cáncer, el Hospital Domínguez Roldán y el Instituto del Radium, bajo el nombre único de Hospital Oncológico de La Habana, lo que lleva a su culminación en 1966 al lograr convertirlo en Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, cuya dirección mantendrá, hasta que se produjo su  fallecimiento.

Por su destacada labor en reconocimiento de su obra científica y sus grandes aportes a la oncología cubana la Universidad de La Habana le confirió la categoría de investigador titular y el de Doctor en Ciencias Médicas.

Su nacimiento tuvo lugar en la ciudad de Santa Clara el 21 de agosto de 1919.