1762.  Nace en La Habana Vicente Escobar  y Flores.

Aprendió a pintar de forma autodidacta  teniendo de referencia las imágenes de los santos. Después viajó a España y cursó estudios en la Academia de San Fernando de Madrid. Allí entró en contacto con la obra del pintor español Francisco de Goya. Fue el primer cubano en realizar este tipo de viaje de estudio y logró la  primicia de contar con un taller independiente ubicado en la calle Compostela en La Habana.

Dentro de su producción, disfrutan de un lugar especial los personajes femeninos.

La colección del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba conserva varios lienzos suyos de factura apreciable.

Su fallecimiento ocurrió en La Habana el 8 de abril de 1834.

1919.  Nace en el barrio de Cayo Hueso, en La Habana, Gonzalo Asencio Hernández.

Se inició en la creación musical a la edad de quince años. Conoció a los rumberos más destacados de esa la época. Hizo de la rumba su medio de expresión y compuso una que alcanzó gran popularidad: Mal de Yerba. En esa creación se relaciona el tema amoroso con los títulos de las películas más famosas en aquellos tiempos.

Su voz acompañada de sus tambores y su talento recorrieron los solares de La Habana.

Conocido como Tio Tom, el tema de la cubanía estuvo presente en sus rumbas. Dentro de la temática que tocó se encontraban situaciones cómicas, tragedias familiares, problemas sociales y de todo tipo. Pero su característica que lo hace excepcional fue el tratamiento que le dio los a diferentes temas. También en su obra no faltó la sátira contra el racismo en la sociedad burguesa. Tenía un tema que señalaba: “A la fiesta de los caramelos, no pueden ir los bombones”.

Falleció en La Habana el 10 de febrero de 1991.

1987. El Comandante en Jefe  Fidel Castro clausura el quinto Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.

El acto tuvo lugar en el Teatro "Karl Marx", en La Habana.

Señala:  “Nosotros tenemos que plantearnos cuáles son los objetivos de tipo económico y social, de tipo material y moral que debe plantearse una sociedad del Tercer Mundo, del mundo de hoy, del mundo real de hoy. Y creo que en el planteamiento de esos objetivos, en la comprensión de esos objetivos y en la búsqueda de esos objetivos, el papel de la educación, el papel de la conciencia es fundamental.”

Agrega: “Creo que el vigor de nuestra Revolución y el futuro de nuestra Revolución, dependerán del grado en que las nuevas generaciones sean capaces de profundizar en una conciencia verdaderamente revolucionaria.”