Como Canciller de la Dignidad fue identificado en Cuba  Raúl Roa García, quién tras el triunfo de la Revolución cubana desempeñó durante varios lustros años la función de Ministro de Relaciones Exteriores.

Roa fue el que denunció en la Organización de Naciones Unidas la agresión mercenaria que los Estados Unidos llevaron a cabo contra Cuba en abril de 1961. Roa también participó y habló, en el transcurso de los años siguientes, en diversas reuniones de carácter internacional.

Roa falleció en La Habana el 6 de julio de 1982

Su nacimiento se había producido el 18 de abril de 1907. Desde joven se vinculó con personas que tenían inquietudes políticas y culturales. Era estudiante universitario cuando comenzó a escribir para el suplemento literario del Diario de la Marina.

En 1927 el dictador Gerardo Machado empezó a desatar una gran persecución contra los comunistas y personas progresistas opuestas a su régimen. Roa fue víctima de dicha represión. Tuvo que salir hacia los Estados Unidos de América.

En Nueva York se incorporó a la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos, organizada por Julio Antonio Mella en México.

Regresó posteriormente en forma clandestina a Cuba para participar en la frustrada asonada “Asalto a los cuarteles” del 24 de diciembre de 1930.

Desde el Ala Izquierda Estudiantil escribe materiales para Línea, órgano de ese instrumento político insurreccional.

Entre dichos trabajos estuvo el identificado como “Tiene la palabra el camarada máuser”, en el que llamaba a tomar las armas.  Por sus actividades revolucionarios padeció el presidio.

Lograda su excarcelación después de derrocada la dictadura machadista, desenvuelve actividades en el ámbito universitario.

Publica su primer libro titulado Bufa subversiva que contiene escritos de su primera etapa literaria y política. 

En 1937 colabora en la edición de Baraguá, vocero de un proyectado partido democrático revolucionario.

Raúl Roa García tras haberse efectuado en Cuba el golpe de estado del 10 de marzo de 1952,  participó en actividades conspirativas y finalmente tuvo que salir hacia México.

En 1959 regresa a Cuba al producirse el triunfo revolucionario. Fue designado embajador de Cuba ante la Organización de Estados Americanos y en diciembre del propio año Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó hasta diciembre de 1976 cuando fue elegido Vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. 

Fue además miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su constitución en 1965 y reelegido en el primer y segundo congresos del Partido, en 1975 y 1980 respectivamente.

Raúl Roa se destacó a lo largo de su fructífera vida como eminente escritor, orador y diplomático de consecuente trayectoria revolucionaria.  

Tanto su oratoria como su obra literaria tuvieron un estilo muy singular, caracterizado por su vastísima cultura y una acentuada cubanía. 

Entre sus libros están Retorno a la alborada,  Escaramuza en las vísperas y otros engendros,  La Revolución del 30 se fue a bolina, así como Aventuras, venturas y desventuras de un mambí, que refleja aspectos relacionados con su abuelo, el coronel Ramón Roa.

Póstumamente fue publicado su libro El fuego de la semilla en el surco sobre Rubén Martínez Villena.