Ramón Fonst fue el primer deportista cubano que obtuvo medallas de oro en  una Olimpiada.

Tenía entonces 17 años y se alzó con el triunfo absoluto en el certamen de espada en la segunda edición de la era moderna de los juegos olímpicos, efectuada en el año 1900 en París, la capital de Francia. 

Ramón Fonst, falleció en La Habana el 10 de septiembre de 1959, cuando contaba 76 años,

Su nacimiento tuvo lugar en La Habana el 31 de agosto de 1883. Hijo primogénito de un acaudalado clubman habanero, de ascendencia catalana y de una mujer de origen vasco, fue un niño precoz por sus razonamientos y por su afición a la lectura de libros de aventuras. 

Influido por su padre, que fue un gran esgrimista, desde pequeño se sintió atraído por esta disciplina deportiva.

En su casa había una excelente sala de armas y su padre le enseñó las primeras lecciones y también lo llevó a ver diversos encuentros en el que él participaba.

Posteriormente en una de las frecuentes visitas que hizo con su familia a Europa,  en París, conoce y se relaciona con excelsas figuras de la esgrima.

Comenzó su vida deportiva cuando tenía tan sólo 11 años. Obtuvo su primer premio en un torneo de florete realizado en el Liceo de Janson de Sailly, en París. Un lustro después en un año ganó 64 medallas, 44 de ellas en tiro de pistola y el resto en torneos de espada y carreras en bicicletas.

En 1900 decidió participar en los Juegos Olímpicos que se celebrarían en la capital francesa.

En 1904 también asistió a la tercera olimpiada efectuada en San Luis, Estados Unidos y en esa ocasión conquistó cinco medallas de oro en florete, bastón y espada, todas individuales, y en florete y sable por equipos.

Implantó un récord de 24 asaltos consecutivos sin ser tocado por sus contrincantes.

Todavía veinte años después  también quiso alcanzar otros éxitos en la Olimpiada de 1924, igualmente realizada en Paris, en la que  clasificó en la primera eliminatoria y la semifinal pero en el pase a la discusión de medallas el combate  con el inglés Carles Briscos culminó con un desenlace inesperado y resultó eliminado.

En 1926 compitió en los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, en México donde obtuvo tres medallas de oro y en 1930 en La Habana ganó en florete y espada pero no pudo vencer en sable. 

No obstante logró que en 25 encuentros no fuera tocado por sus rivales, lo cual le posibilitó mejorar su propio récord que databa de 1904.

Fonst resultó ser un deportista innato, de gran físico y fuerte voluntad, agilidad plena y cálculo preciso. Ganó también más de 30 trofeos en tiro de pistola y revólver, boxeo francés y ciclismo. Obtuvo 125 medallas. 

Durante su existencia ante ofensas o gestos mal intencionadas retó a duelo a alrededor de cien personas, que declinaron enfrentarse a quien era un verdadero maestro en el manejo de las armas.  

En Cuba se realizan campeonatos de esgrima en los que se le rinde homenaje.