Nacido el primero de junio de 1827 en el poblado de Güines, en la entonces provincia de La Habana, Francisco Calcagno Monti  fue uno de los fundadores de la Academia de la Historia de Cuba y se destacó por su labor en el campo de la docencia. Realizó sus primeros estudios en su poblado  natal y después cursó Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Regresó a Güines  en 1860 al haber ocurrido el fallecimiento de su padre.

Creó allí la primera imprenta, la primera biblioteca y la primera academia de idiomas en su casa y también fundó el primer periódico de la localidad que lo identificó con el nombre de Álbum Güinero. En La Habana, de 1864 a 1869, desempeñó la subdirección del colegio San Francisco de Asís y Real Cubano. Posteriormente tuvo que emigrar hacia España y estableció su residencia en Barcelona. Colaboró en varios periódicos y además se consagró a la enseñanza y al cultivo de las letras.

Durante su existencia publicó entre otras obras las tituladas Mesa revuelta,  Historia de un muerto, El Emisario, Poetas de Color, En busca del eslabón, Las Lazo, Los Crímenes de Concha, Don Herniquito y Recuerdos de antes de ayer.Su obra más famosa que se publicó inicialmente en Nueva York  en 1878 fue el Diccionario Biográfico Cubano. Calcagno comenzó a trabajar en ese Diccionario, según afirma en su prólogo, en el año 1859. Inició la publicación parcial del Diccionario Biográfico Cubano en Nueva York, en 1878 y lo concluyó en 1886 en La Habana. Esta obra comprende el historial documentado de todos los hombres relevantes de Cuba hasta esa época, y de otras personalidades que  pasaron por Cuba y que descollaron en alguna disciplina, en lo político, en lo intelectual, en el bien humano.

Muchos sabios y eruditos del siglo XIX dedicaron espacios y textos valorativos sobre la grandiosidad del aporte de Calcagno.Por ejemplo, la Revista Cubana, dirigida por Enrique José Varona, en  año 1886, dedicó un espacio titulado: Notas Editoriales en la que se detalló: "La última entrega del Diccionario Biográfico Cubano ha visto la luz. Calcagno, ha puesto la postrera piedra a su obra de veinte años”.Se precisó que había levantado un monumento “y lo ha dedicado a su patria.” Y se aseguró: “Solícito y perseverante, ha ido día tras día acopiando materiales dispersos, recogiendo noticias casi olvidadas, sorprendiendo rastros semi borrados de una historia en su mayor parte inédita, y ha logrado al cabo, merced a su infatigable constancia, sacar de la oscuridad y poner ante nuestros ojos, todo un aspecto de la vida del pueblo cubano."Francisco Calcagno Monti falleció en Barcelona, Cataluña, España, el 22 de marzo de 1903.