FRANCISCO DE ALBEAR
El ingeniero Francisco de Albear y Fernández de Lara fue el creador de obras muy importantes en La Habana, entre ellas el Acueducto que se identifica con su primer apellido. Su nacimiento se produjo en el Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro el 11 de enero de 1816, donde su padre era Gobernador Comandante. Desde la etapa de su niñez su vida estuvo relacionada con la carrera militar puesto que a los 10 años el Rey de España le otorgó los cordones de Cadete de Dragones.
En 1830 alcanzó el grado de Alférez de Caballería y cinco años después salió para España, donde se graduó de Ingeniero con los máximos honores en 1838. Por Real Orden del 26 de diciembre de 1839 se le nombró Teniente de Ingenieros. De Albear regresó a La Habana en 1845 y al año siguiente empezó a desempeñar las funciones de Director General de Obras Públicas de la Real Junta de Fomento y fue ascendido a Teniente Coronel.
El ingeniero Francisco de Albear hasta 1854 intervino en más de 82 obras entre proyectos y construcciones, así como reparaciones. Se destaca su participación en la construcción de varios puentes, entre ellos el conocido como "Puentes Grandes" sobre el río Almendares y el "Conde de Alcoy" sobre el río Luyanó, carreteras, caminos, calles y avenidas como Concha, Vives, Cristina y Luyanó, en La Habana. Su acción contribuyó a incentivar el interés de las autoridades españolas y la población criolla por atender una serie de necesidades urgentes de la Isla. Se ocupó de la instalación de las primeras líneas telegráficas cubanas, construcción de muelles, así como más de sesenta edificios entre ellos la Lonja Mercantil.
Francisco de Albear desarrolló el importante trabajo topográfico que constituyó el levantamiento del plano de La Habana, que tuvo una precisión muy detallada. También elaboró un Proyecto de Carretera Central de Cuba y de Ferrocarril Central. En 1854 era Coronel Comandante de Ingenieros y en 1855 fue nombrado Presidente de la Comisión encargada del estudio para abastecer de aguas potables a la capital, y presentó al año siguiente su "Memoria sobre el Proyecto de Conducción a La Habana de las aguas de los manantiales de Vento". Las características de esta monumental obra requirieron del ya General de Brigada de Ingenieros Albear de una perseverante y tenaz acción. Desarrolló además otras importantes actividades tales como Vicepresidente de la Junta Superior de Instrucción, Miembro Correspondiente de la Real Academia de Ciencias de Madrid y de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana donde ocupó la presidencia de la Sección de Ciencias Físicas y Naturales y Vicepresidente de la institución. Perteneció además a innumerables organizaciones y asociaciones nacionales y extranjeras. Francisco falleció en La Habana el 23 de octubre de 1887.
La Carretera de Cuba es considerada una de las maravillas de la Ingeniería Civil cubana, sinuosa y sombreada en su mayor parte, la arteria que nace en el Capitolio Nacional y se divide en dos ramas, una hacia Oriente y otra hacia Occidente. Desde Pinar del Río hasta Santiago de Cuba tiene una longitud de 1,139 kilómetros. Su ejecución comenzó el 20 de mayo de 1927 y concluyó el 24 de febrero de 1931.