MERCEDES MATAMOROS DEL VALLE
Mercedes Matamoros y del Valle fue una singular poetisa y escritora cubana de la segunda mitad del siglo XIX.
Falleció en Guanabacoa, La Habana, el 25 de agosto de 1906.
Su nacimiento se produjo en la ciudad de Cienfuegos el 13 de marzo de 1851.
Huérfana de madre desde los tres años, se trasladó con su padre para La Habana y logró tener una esmerada educación, incluso aprendió varios idiomas, lo cual le facilitó poder leer y traducir a relevantes poetas.
Residió en la zona de Guanabacoa donde desde joven empezó a demostrar sus aptitudes literarias.
También en dicha zona de la capital cubana se relacionó con otras personalidades de la cultura al participar en actividades en el Liceo Artístico y Literario y en la denominada Casa de las figuras.
Ya desde los catorce años se dio a conocer como escritora al publicar artículos costumbristas en el periódico El Siglo.
Igualmente colaboró con otras publicaciones, aunque tanto sus trabajos como sus primeros versos salieron con el seudónimo de Ofelia.
Tras el comienzo de la lucha por la independencia de Cuba, Mercedes Matamoros se niega a escribir para los periódicos enemigos de la causa cubana.
Entre 1868 y 1878 puede decirse que su lírica enmudece y tan sólo se dedica a hacer traducciones del inglés y el francés para ganarse la vida.
Ya en 1879 publica su obra Melodías hebreas lo que le abre las puertas de la fama y la sitúa en un lugar destacado entre las mujeres escritoras de Cuba.
Pronto sus producciones literarias llegan a revistas europeas y sudamericanas.
En 1884 su padre contrajo una crisis que lo llevó a la demencia. Esto se lo provocó la crítica situación financiera que se vio envuelto como consecuencia de un crack bancario. Entonces Mercedes tiene que asumir en la práctica las funciones de enfermera. Atiende con amor a su padre hasta que fallece en 1893. En ese momento tiene para poder contar con el sustento necesario para vivir que dar clases particulares. Llega a enfermarse de los nervios, lo cual de hecho interrumpe su producción literaria. En la última etapa de su existencia, a pesar de hallarse enferma, vuelve a reflejar en poemas lo que siente y crea El último amor de Safo, en el que refleja en todos sus matices un exaltado y ardiente amor, y también compone Mitos de Antaño que evoca o sugiere episodios de etapas de su existencia que vienen a su mente en fecha ya cercana a su deceso.
Mercedes Matamoros dedicó en 1879 dedicó un emotivo poema a José Martí en ocasión de haberse producido su detención en La Habana.
En dicha obra la Matamoros señaló las horas de angustia que vivía Martí quién sería deportado por segunda vez de su querida tierra natal. Este poema lo tituló Al partir.
En una parte de dicha obra Mercedes Matamoros expresó:
Pronto la nave surcara ligera
El piélago insondable de la alta noche
Solitario en la proa del desterrado,
Pálido el rostro y húmedo los ojos
Buscará la lontananza
Los adorados seres que formaron
Su gloria y esperanza
Y entre las brumas verá desvanecida
La hermosa tierra en que nació a la vida.