En una de las vías más significativas de La Habana, en la Quinta Avenida entre las calles 10 y 12 en la barriada de Miramar, municipio Playa, se aprecia una emblemática obra monumental de estilo colonial de los años 20 del pasado siglo.

Se trata de un Reloj Campanario que es único de su tipo en Cuba. La torre del reloj, con una altura de 22 metros, fue diseñada en 1920 por el arquitecto estadounidense George Duncan y resultó ejecutada por el también  arquitecto cubano Eduardo Tella. Su construcción terminó en 1924. Está  hecha en piedra de Jaimanitas y rematada por un techo de cuatro aguas de tejas.

Sus cuatro caras evidencian los rumbos principales de la brújula. Su maquinaria, ubicada en un piso inferior, mueve las manecillas mediante un sistema de trasmisión. El Reloj puede funcionar con la cuerda que se le da por un período de aproximadamente 72 horas. Es el único en Cuba con un mecanismo mediante el cual se sincronizan música y horario, con campanadas  cada cuarto de hora.

El mecanismo de este reloj fue sometido a un proceso de restauración en el año 2011. La torre con el Reloj Campanario existente en la Quinta Avenida es en la actualidad símbolo oficial del municipio Playa

QUINTA AVENIDA

La Quinta avenida es una de las principales vías de la ciudad de La Habana  y también una de las de mayor extensión. Enlaza la zona del Vedado con la de Miramar. Se extiende desde el túnel que la conecta con la calle Calzada, del Vedado hasta el río Santa Ana, en el barrio de Santa Fe.

Esta avenida se distingue también por ser sede de grandes obras patrimoniales. Una de ellas es el Reloj Campanario, único de su tipo en el país, además de la Fuente de las Américas, la Copa, los leones, la fuente Sexta Cumbre, los bustos, las tarjas, los parques, círculos sociales y las viviendas que han sido premiadas con medalla de oro por el Colegio de Arquitectos. Hoy en día muchas sirven de sedes a embajadas, oficinas consulares, residencias para personal diplomático y oficinas de negocios extranjeros en Cuba.