ALICIA ALONSO
Alicia Alonso constituye una de las más trascendentales figuras de la cultura cubana. Alcanzó una notoriedad a nivel mundial por su labor como prima bailarina absoluta, coreógrafa y profesora así como por haber dirigido durante años el Ballet Nacional de Cuba.Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo nació el 21 de diciembre de 1920 en La Habana.Alicia llegó a la danza en 1934. Inició sus estudios en la habanera Sociedad Proarte musical y después los continuó en Estados Unidos con los profesores de la School of American Ballet.
Debutó profesionalmente en comedias musicales en 1938 y dos años más tarde se incorporó al Ballet Theatre of New York como intérprete suprema de las grandes obras del repertorio romántico y clásico. Trabajó entonces con relevantes coreógrafos.Tuvo una gran oportunidad el 2 de noviembre de 1943 cuando sustituyó a Alicia Markova en Giselle, en el escenario del Metropolitan Opera House. Esa noche interpretó por primera vez un papel protagónico. El público la recibió extasiado y sorprendido. Su compañero de baile fue Antón Dolin. Después en calidad de prima ballerina del Ballet Theatre of New York actuó en numerosos países de Europa y América.
En 1948 teniendo como motivación impulsar el ballet en Cuba retornó a su tierra natal y fundó en La Habana junto a Fernando y Alberto Alonso, una compañía de ballet que se identificó con su nombre. En 1950 se funda definitivamente la Academia Alicia Alonso, institución que se nutrió en un principio de los conocimientos de sus creadores y las técnicas de las escuelas rusas, italianas, inglesas, francesas y danesas.
No se trataba sólo de un centro formadores de bailarines, sino sobre todo de un estilo. El Ballet de Cuba, nombre que adoptó a petición de la propia Alicia realizó en 1954 el estreno en América de la versión completa, en cuatro actos, de El Lago de los cisnes y en 1956 representó por primera vez “Romeo y Julieta”, con coreografía de Alberto Alonso.Con el decursar de su existencia Alicia Alonso llegó a alcanzar éxitos notables en disímiles partes del mundo. De manera muy especial pudo ser apreciada tanto como hechicera, princesa o aldeana en los disímiles personajes que encarnó en múltiples ballets.
Tuvo el don de transfigurarse y de asumir como propia cualquier vida de los personajes de bailar sincera y emotivamente gracias a unos músculos de acero y una tenacidad férrea que fue su principal talismán. Resultó catalogada como como leyenda viva, como una musa, una diva, un sueño. Alicia además realizó una meritoria labor como coreógrafa. Montó incluso sus versiones coreográficas para la Opera de París. También presidió festivales de ballet y contribuyó a la formación directa de muchos bailarines. Alicia Alonso falleció en La Habana el 17 de octubre de 2019.