El  antiguo Torreón de Cojímar fue una fortaleza militar situada en la desembocadura del Río Cojímar en el barrio o poblado del mismo nombre, que se halla  a 7 kilómetros de la entrada de la bahía de la Habana.

La fortaleza fue construida el 15 de julio de 1649 por los españoles con el fin de proteger la ciudad de La Habana de los constantes ataques de corsarios y piratas.

Similar en su construcción y objetivo al Torreón de la Chorrera, el Torreón de Cojímar sufrió los embates de la toma de la Habana por los ingleses en 1762.

La edificación existente es fruto de la reconstrucción en 1763 ya que el original fue prácticamente destruido el año anterior.

La construcción de este tipo de fortines empezó en La Habana durante el mandato de Álvaro de Luna con la contribución económica de los vecinos.

El encargado de dirigir las obras fue Juan Bautista Antonelli quien entendió la premura de la creación de los torreones y convino en que fueran cuadrados con ochenta pies de lado y cuarenta de altura con cinco cañones a una altura de veinte pies y otros seis en la cubierta.

Antonelli les construyó escaleras fijas separadas de las torres, unidas a ellas por puentes levadizos así como construyó aljibes, almacenes y barracas para alojar hasta cincuenta hombres.

Esta fue la primera fortificación, también conocida como Fortín de Cojímar, pertenece al sistema de fortificaciones de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. 

Otros torreones que se conservan en La Habana son el de San Lázaro, que  se halla en la actual área del Parque Maceo, en Centro Habana. La edificación es un perfecto cilindro de mampostería en tres niveles con aspilleras en el perímetro de su nivel intermedio y parapeto con pequeñas troneras en el superior.  Tiene una puerta de acceso al nivel del terreno.

Fue construido en 1665 por el ingeniero Marcos Lucio con el propósito de mantener una posta de vigilancia donde por la geografía del terreno no alcanzaba la vista desde las fortalezas situadas a la entrada de la bahía  habanera.

Otro de los torreones que aún existen en La Habana es el de La chorrera, situado a la entrada del río Almendares en el actual municipio Plaza de la Revolución. La edificación, construida por el arquitecto Juan Bautista Antonelli,  tiene dos plantas. Cuenta con una empinada escalera de gruesos peldaños de piedraque conduce hasta un estrecho puente. La planta baja del torreón comprendía las estancias de los soldados y las cuadras de los contados caballos que servían a la guarnición así como otra dependencia dedicada a polvorín, cocina y almacenes.

El piso superior comprendía las áreas propiamente defensivas y ofensivas de la construcción con algún aposento destinado a la oficialidad, a la gestión burocrática militar y otras ocupaciones. La azotea, ocupada sólo por una diminuta torrecilla circular, servía para la posta de los vigías encargados de la seguridad de la plaza.

Muy cerca del Torreón de Cojimar se encuentra el Busto de Ernest Hemingway, estacado escritor norteamericano y Premio Nobel de Literatura en 1954. Los pescadores del poblado costero fundieron sus anclas para crear el busto que en la actualidad se conserva y que era el lugar donde el escritor atracaba su embarcación Pilar.