La Batería de Santa Clara integró el segundo y tercer sistema de fortificaciones de La Habana en la época colonial.

Estaba ubicada en el saliente costero de Punta Brava casi al extremo de la Caleta de San Lázaro, sitio habitual de desembarcos de piratas.

En aquel entonces habían varias cuevas, una de ellas conocida por Tanganana, la cual, según una leyenda, sirvió de refugio en el siglo XVI a un indio identificado con ese nombre.

En el año 1555 el corsario francés Jackes de Sores penetró por la Caleta de San Lázaro para atacar a la Habana.

Ya desde entonces se hizo evidente que era importante hacer algún emplazamiento militar  por una zona cercana a ese lugar , pero esto  se hizo realidad como consecuencia lógica de las medidas tomadas por el gobierno colonial español tras la toma de la Habana por los ingleses en 1762 .

Entonces se decidió reforzar algunos puntos estratégicos de la costa. Se decidió  emplazar frente al mar en el macizo rocoso que gozaba de una posición privilegiada una batería.

La Batería fue emplazada durante el gobierno del teniente coronel ProscopioBasscourt Conde de Santa Clara en los terrenos de su propiedad en la colina de Oliver más tarde Taganana, que habían sido donados en 1797 al gobierno español facilitando así su construcción.

Una trinchera y quizás otra obra provisional ocuparon inicialmente esta elevación.A partir de entonces, la Batería de Santa Clara comenzó a desempeñar una función activa y fundamental en el segundo sistema defensivo de la ciudad concebido desde mediados del siglo XVIII.

La función táctico-estratégica la garantizó su cota tipográfica que le permitía visualizar la costa de este a oeste, la entrada del canal del puerto y una buena parte de la primitiva villa, al mismo tiempo le facultaba establecer comunicación y cruzar sus fuegos con otros puntos fortificados de la costa.

La Batería de Santa Clara contó con cuatro impresionantes Cañones Ordoñez, considerados como las más grandes piezas de artilleríadel mundo a finales del siglo XIX.Su calibre era 30.5 centímetros, tenía 10 metros de longitud y 48 300 kilogramos de peso.

En 1890 la Batería de Santa Clara fue reformada y se le construyeron blindajes de 1.60 metros de espesor de hormigón de cemento Portland, reforzado con raíles.

Un 13 de junio pero del año 1898, durante la Guerra Hispano -cubana –norteamericana, este cañón disparó por última vez.

En el lugar donde se encontraba la Batería de Santa Clara se alza desde el 30 de diciembre de 1930 el Hotel Nacional, considerado como el primer hotel de lujo que dispuso La Habana.

Allí se han hospedado relevantes personalidades cubanas y de otras partes del mundo.

Del conjunto arquitectónico militar, que fue la batería de Santa Clara actualmente se exhiben en el jardín del Hotel Nacional dos cañones de  largo alcance: el Krupp y el Ordóñez, de extraordinario valor, por ser representativos de la moderna artillería de fines del siglo XIX y porque son pocos los que existen en Cuba y se conservan de este tipo.

En 1982 al declararse a la Habana vieja Patrimonio de la Humanidad por la UNESCOse integró también a la declaración su sistema de fortificaciones y por ende los restos de la Batería de Santa Clara.

En 1998, el 13 de junio de 1998, simbólicamente  volvió a disparar el cañón Ordoñez, cuando se le confirió la condición de Monumento Nacional al Hotel Nacional de Cuba por sus grandes valores arquitectónicos e históricos.