Una de las más significativas instituciones culturales de la capital cubana es el Gran Teatro de La Habana que desde septiembre del 2015, se identifica con el nombre de Alicia Alonso, según el acuerdo adoptado por el Consejo de Estado de la República de Cuba en reconocimiento a los aportes de la prima ballerina assoluta a la cultura cubana y universal y por su amor a la Patria y fidelidad a la Revolución.

Se trata de un complejo cultural compuesto por varias salas de teatro. Es sede del Ballet Nacional de Cuba, del Teatro Lírico Nacional y del Ballet Español de Cuba.

En este lugar estuvo emplazado el antiguo Teatro Tacón que fue inaugurado el 15 de abril de 1838. Su arquitecto fue Antonio Mayo, quien lo concibió con un estilo ecléctico predominante.

Contaba con 90 palcos, más de 20 filas y capacidad para recibir a unos dos mil espectadores y se convirtió en el escenario por excelencia de la aristocracia criolla.

En la primera función se presentó la obra “Don Juan de Austria” o “La vocación” en la que se distinguió el actor cubano Francisco Covarrubias, creador del teatro vernáculo nacional e iniciador del costumbrismo en la literatura cubana.

El teatro fue durante muchos años el más grande y lujoso del país y por su escenario desfilaron grandes figuras de la ópera, el ballet,  la revista musical y la zarzuela.

El actual edificio resultó inaugurado en 1914. Fue  obra del arquitecto belga Paul Beleu. El lugar había sido adquirido, junto con los terrenos aledaños, por el Centro Gallego para edificar su Palacio Social en 1906.

La edificación resultó construida en estilo neobarroco. Se tomó como modelo las construcciones del barroco europeo, por lo que abundan las tallas y esculturas en piedra.

En su fachada principal tiene cuatro grupos escultóricos en mármol blanco que representan alegorías de la Beneficencia, la Educación, la Música y el Teatro, obras del escultor italiano Giuseppe Moretti.

Los elementos se colocaron de forma equilibrada, y los balcones, ventanas, cornisas, la proporción de sus torres y la unidad de las molduras logran un ritmo elegante.  El teatro fue reconstruido dentro del bello edificio.

A partir de 1985, a iniciativa de Alicia Alonso  el edificio completo pasó a denominarse Gran Teatro de La Habana, reservándose el nombre de «García Lorca» para su sala principal.  

Esta gran edificación fue sometida a una reparación capital entre el 2013 y el 2015  y reabrió sus puertas al público el primero de enero del 2016.

El rescate fue total pero respetando la idea original y los recursos tecnológicos empleados se han conjugado con el criterio de patrimonio que lo identifica.

En el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, el dos de enero de 2018 fue develada una escultura de la Prima Ballerina Assoluta.

 Dicha escultura resultó realizada por el prestigioso artista de la plástica de Cuba José Villa Soberón.

Una bailarina en plena función refleja la viveza y majestuosidad de los giros y el espíritu en la escena de Alicia Alonso. La obra, esculpida en bronce fue descubierta por la propia Alicia y cuatro niñas de la Escuela de Ballet.