Un centro dedicado a la artesanía artística, donde se pueden adquirir productos muy variados y obras de las artes plásticas de distintos creadores, funciona desde el primero de noviembre del 2009  en los antiguos Almacenes de San José en La Habana Vieja.

Los Almacenes  de San José fueron construidos en 1885 con las más novedosas tecnologías de la época, como depósitos para almacenar azúcar en cajas, aguardiente en pipas, arroz en toneles, medias y sacos; café en sacos, cera, ladrillos, máquinas de vapor para ingenios, pacas de algodón, tabaco en rama y tachos, entre otros productos.

Dos años después  fueron terminadas las obras a cargo de la Compañía de Almacenes de Depósitos de La Habana.

Una lápida que aún se conserva data el inicio y culminación de las obras, así como su contratista y la dirección facultativa del arquitecto cubano Adolfo Sáenz Yáñez, quien supo armonizar las 3 000 toneladas de piezas de hierro empleadas, fundidas en Bélgica, en los talleres de Cockeril, con el hormigón y la cantería.

A pesar de sus más de dos siglos que lleva construido,sus instalaciones muestran hoy una estructura de acero conservada y renovada.

Convertidos los antiguos depósitos de mercancías  en el Centro Cultural Antiguos Almacenes San José los artesanos y artistas cubanos  tienen en este lugar un sitio ideal para exponer y comercializar sus obras.

Como parte del vasto proceso de restauración y conservación que se ha estado realizando desde hace  años en el centro histórico urbano de la capital cubana, declarado en 1984 como Patrimonio de la Humanidad, por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO,  se han habilitado, tras un proceso de remodelación, varias instalaciones que, a lo largo del tiempo, estuvieron destinadas a labores comerciales y productivas vinculadas al quehacer portuario.

Así los antiguos almacenes San José – junto al litoral habanero –  en la Avenida de Paula, en la calle Desamparados ubicada en el barrio San Isidro del municipio capitalino Habana Vieja,   abrieron sus puertas a los amantes de la artesanía artística.

Los que visitan este lugar pueden disfrutar  desde el otrora muelle de los almacenes una  panorámica del interior de la bahía de La Habana.

Ese muelle está considerado el más añejo existente actualmente en el puerto habanero.

La apertura de este Centro formó parte de un plan de desarrollo integral que se está realizando en relación con el puerto habanero y sus alrededores.

En dicho proyecto se contempló igualmente la adaptación de otras edificaciones para  el desarrollo de actividades relacionadas con el teatro,  exposiciones y música e incluso de espacios que propicien el diálogo entre amigos.

Ello igualmente contribuye al enriquecimiento espiritual y ambiental de los que habitan esta ciudad y de todos aquellos, cubanos y hombres y mujeres de diferentes partes del mundo que  la visitan.