CLUB EL GATO TUERTO
A partir de un proyecto de Rafael Felito Ayón, personaje con mucho carisma y animador, quién fue uno de los fundadores de la Bodeguita del Medio, se creó el 31 de agosto de 1960 un centro cultural que tiene el sugestivo nombre de El Gato Tuerto.
En el centro se encuentra un restaurante que fue emplazado en los altos para independizarlo de la descarga íntima y sus paredes se ambientaron con obras de pintores cubanos, entre ellos Amelia Peláez,Raúl Acosta León, Mariano Rodríguez, Luis Mariano Pedro, Alberto Falcón, Tomás Marai y Raúl Tapia.
En la década de los años setenta fue cerrado El Gato Tuerto pero ya en 1980 reabrió sus puertas al público.
Se mantuvo funcionando entonces hasta 1985. Tres años más tarde volvió a ser remodelado.
En el Gato Tuerto tuvo lugar varios lustros después un acontecimiento histórico en el campo de la música en nuestro país y a nivel internacional.
Allí se realizó El Bolero más largo del mundo, que se prolongó durante 76 horas ininterrumpidas, en las cuales participaron 498 cantantes, quienes interpretaron 2175 canciones.
La jornada se desarrolló desde el 21 hasta el 25 de junio del 2001 lo cual propició que se le otorgara un significativo Premio, Record Guinness.
El Gato Tuerto ha sido visitado por figuras ilustres tanto de Cuba como de otras partes del mundo, entre ellos Gabriel García Márquez, José Cheo, Feliciano, Miguel Barnet, Pablo Armando Fernández y Virgilio Piñera, quien fue el autor de un poema dedicado a este emblemático centro cultural de la capital cubana.
Este centro es un lugar de significación en la vida cultural y artística de La Habana.
Por su escenario han pasado las figuras célebres de la música popular, particularmente intérpretes de boleros y de creaciones del denominado movimiento del feeling (FILÍN), tales como Elena Burke, Omara Portuondo, Moraima Secada, Lino Borges, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Frank Emilio, Las Capellas, Bobby Jiménez, Vilma Valle, Raúl Acosta, Doris de la Torre y Frank Domínguez.
Hay un elemento muy cultural que adorna el club Gato Tuerto y es la vajilla que fue obra de la célebre figura de las artes plásticas, Amelia Peláez.
La coctelería y la cocina de este centro, se adentra y se vincula a las artes y a la cultura cubana, con la creación de cócteles típicos y originales, así como el menú y las cartas del restaurante diseñadas también por grandes artistas de la plástica cubana.
En este club hay un sitio permanente de homenaje al célebre automovilista argentino Manuel Fangio.
En la instalación, un especial paño de pared exhibe fotos, algunas inéditas, del primero y segundo Grand Prix de Cuba, que el As del volante sudamericano ganó en 1957.
También se expone una replica del traje que uso el famoso automovilista en su carrera en La Habana, donada por la Fundación Fangio de Balcarce, ciudad natal del eximio deportista.