ESCUELA ESPECIAL PARA CIEGOS Y DEBILES VISUALES ABEL SANTAMARÍA
En 1926 se produjo en La Habana la fundación de una Escuela especial para ciegos que en la actualidad se identifica con el nombre de Abel Santamaría, joven revolucionario cubano que fue el segundo jefe de los combatientes que realizaron el ataque al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.
Este centro docente es atendido por la Asociación Nacional del Ciego y propicia la superación de niños y jóvenes, así como de adultos invidentes y débiles visuales.
Inicialmente esta escuela fue creada en la zona de El Vedado por un patronato de damas con el nombre de "Fundación Cultural para ciegos Varona Suárez". Después el centro fue trasladado para el municipio de Marianao.
De entre sus alumnos surgieron destacados profesionales y técnicos en las más diversas disciplinas.
En la entidad, se constituyó la primera biblioteca institucional en sistema Braille del país en 1943, y en la década de los años 50 se organizó una orquesta con 13 músicos discapacitados visuales con el nombre de Cuban Jazz, y después se crearon otras agrupaciones artísticas.
Esa escuela para ciegos era la única existente en Cuba al producirse el triunfo revolucionario en 1959 y se mantenía fundamentalmente mediante una cuestación pública hasta que en 1961 sus gastos fueron asumidos por el Estado revolucionario.
A partir de los años 90 la escuela acometió también la enseñanza de niños y jóvenes sordo-ciegos y hoy es centro de referencia nacional para esa actividad.
La Escuela "Abel Santamaría Cuadrado", forma parte junto a otras escuelas de lo que es hoy la "Ciudad Escolar Libertad", que antes del triunfo de la Revolución era la principal instalación militar existente en el país.
La matrícula total de la Escuela es de más de 130 estudiantes, y se imparte desde la enseñanza pre-escolar hasta el noveno grado.
En esta escuela hay diferentes círculos de interés donde se trabajan temas como el cuidado del medio ambiente, el desarrollo de la creatividad en labores manuales, entre ellas la artesanía, así como en la literatura, el ahorro de energía, y en lo referido a la salud, el ajedrez y la computación.
La Escuela especial “Abel Santamaría” constituye un centro de referencia nacional por la importante labor que a través de sus años de existencia se ha realizado allí y sobre todo por aplicar ese principio martiano que educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida.
Actualmente en Cuba como parte del desarrollo de la educación especial funcionan 15 escuelas en las que pueden estudiar ciegos y débiles visuales y otros discapacitados en las diferentes provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud.