LA IGLESIA DE REGLA
Situada en el barrio de Regla, en la actualidad uno de los municipios de La Habana, se encuentra una significativa iglesia con una virgen negra a la que se le ha conferido la condición de Monumento Nacional.
El célebre novelista cubano Alejo Carpentier señaló acerca de esta iglesia: “Envuelta en un manto adornado con suntuosas rosas bordadas, la virgen de los poseedores preside la cándida capilla, cuyas puertas se abren sobre el mar, sobre un mar dominado por viejas fortalezas, cuyas atalayas se confunden con los techos de un órgano diminuto situado sobre el coro.”
Este centro religioso se halla relacionado con la creación y desarrollo de Regla. Precisamente el tres de marzo de 1687, día de la creación de una ermita en el lugar conocido como Punta Carnaco, ermita antecesora de la actual iglesia, fue lo que dio origen al posterior desarrollo de este barrio. El 24 de octubre de 1692 la ermita quedó destruida ante la fuerza de un huracán que azotó a la Habana, pero después rápidamente se inició su reconstrucción. En el propio año de 1692 había arribado a La Habana, Juan de Canyedo, quién había realizado una travesía en un velero y tras haber enfrentado una tormenta en el mar llegó a puerto habanero. Se afirma que Canyedo juró entonces consagrarse toda su vida a la devoción de la virgen de Regla.
Al enterarse Canyedo de la destrucción de la ermita se propuso reconstruirla tras haber obtenido la autorización del Obispo.
En 1696 se logró concluir la reconstrucción de la citada ermita que entonces se convirtió en un santuario. Una década después al santuario se le agregaron dos altares para poder recibir a una mayor cantidad de devotos de esta virgen que el primero de diciembre de 1708, fue declarada Patrona y Protectora de la bahía de La Habana.
En los años siguientes el santuario se le fueron añadiendo cuartos para albergar a huéspedes, se le ampliaron las viviendas de los hermanos Ermitaños y se construyeron otros locales. El 20 de octubre de 1717 se instaló allí el altar mayor del Santísimo Sacramento que se encuentra unido al santuario frente por frente a la puerta lateral de la iglesia. En febrero de 1744, al comprobarse que la edificación podía ser destruida por el embate constante de las olas se decidió construir una especie de muralla y después de varias interrupciones ésta se concluyó en 1773. En 1803 el Obispo Juan José Díaz de Espada y Landa en su visita al santuario determinó hacerla parroquia. Su primer párroco fue Don Joseph María Cortés y Salas. El tres de octubre de 1805 el santuario se convirtió en parroquia, pero pocos años después tuvo que ser demolida ya que el añejo inmueble quedó prácticamente en ruina producto de las afectaciones causadas por otro huracán que arrasó el territorio habanero, entre el 25 y 26 de octubre de 1810. Entonces de manera esencial con las donaciones de los pobladores de Regla se logró reedificar dicha instalación religiosa, la cual fue parcialmente inaugurada el ocho de septiembre de 1811.
Los planos de la nueva iglesia de Regla fueron confeccionados por el ingeniero Pedro Abad Villarreal y su ejecución estuvo a cargo del maestro de obras Pedro Justiniani. En 1812 el ocho de septiembre, se oyó el teñir de las campanas instaladas en su campanario y predicó en la iglesia de Regla en esa ocasión el destacado presbítero cubano Félix Varela. El campanario de la iglesia de Regla está conformado por 4 campanas y todas tienen inscripciones. El actual Altar Mayor de la iglesia de Nuestra Señora de Regla fue construido en 1885 con madera de cedro, excepto la bóveda que estuvo hecha de ladrillo. La bóveda se haya decorada con 105 florones al relieve y el Altar fue embaldosado con losas de mármol blanco de Carrara y la escalinata igualmente fue hecha con este material. El camerín de la virgen tiene dos lámparas que la adornan y la alumbran.