EL BARRIO DE CASABLANCA
La Habana cuenta con más de 100 barrios, áreas urbanas con una cantidad de viviendas y de población, algunos de los cuales gozan de celebridad ya sea por haber sido escenario de uno o varios hechos de carácter histórico y-o cultural, por contar con edificaciones significativas ó por haber nacido allí o desenvuelto sus actividades relevantes figuras.
Hay un barrio habanero que no cuenta con ninguno de esos atributos, pero sí resulta bastante conocido tan sólo con el nombre de Casablanca.
El barrio de Casablanca se encuentra al este de la bahía habanera. Ya por el 1589 existía el tráfico marítimo entre lo que es en la actualidad La Habana Vieja y Casablanca.
La zona se identificó así por una gran casa blanca existente allí, la que servía para almacenar mercancías procedentes de Perú y México que serían trasladadas hacia Europa.
El capitán Don José Ruiz de Guillén, hombre melancólico y amante de la soledad, decidió en 1646 establecer allí su morada.
Él era vasco de nacimiento y deseó vivir entre el mar y en la colina escarpada. Con posterioridad otros vecinos de La Habana optaron también por cruzar la bahía y establecerse en este lugar y vivir de la abundante pesca. De esta forma se creó un ruinoso y caótico caserío.
Después de 1762, Casablanca empezó a recibir algunos marinos de cabotaje y carpinteros de ribera dedicados a la construcción de pequeñas naves y reparación de barcos mercantes.
En la zona surgieron varios talleres que después se transformaron en importantes astilleros.
El 25 de abril de 1785 se inició un fuego en uno de los talleres el cual se propagó rápidamente y destruyó el poblado, el cual fue necesario reconstruirlo.
Con el decursar del tiempo, el barrio creció algo, aunque está en un espacio limitado entre el mar y la colina.
Desde la tercera década del siglo XX, a Casablanca se puede ir a través de una lancha que atraviesa la bahía habanera.
En Casablanca se encuentra el monumento El Cristo de La Habana y también la edificación que sirve de sede al Instituto de Meteorología.
El Cristo de La Habana fue obra de la escultora cubana Jilma Madera. Se emplazó allí en diciembre de 1958. Resultó esculpido en Italia con mármol de Carrara y posteriormente fue montado por piezas en Cuba.
El montaje de dicho monumento requirió de un gran esfuerzo y tesón, ya que esta obra la componen 67 piezas sujetadas por un armazón interior de acero y se calcula su peso en unas 320 toneladas. Cada una de las manos pesa una tonelada. El Monumento mide 17 metros de altura, y a ello, hay que sumarle otros tres metros del pedestal donde se encuentra. Además, el monumento se localiza en una elevación. Atendiendo a todo ello el Cristo de La Habana casi se halla a unos 80 sobre el nivel del mar.
Y en lo que respecta al Instituto de Meteorología que se encuentra en el barrio de Casablanca les detallo que fue creado en el mes de octubre de 1965.