El célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway residió en La Habana durante aproximadamente veinte años donde concibió y escribió varias de sus obras, entre ellas El viejo y el mar con la que se hizo acreedor del Premio Nobel de Literatura, en 1954.

En La Habana hay dos edificaciones que  guardan relación con la presencia de Hemingway en la capital cubana. Se trata del hotel Ambos Mundos y de la finca Vigia, lugares donde residió.

El hotel se encuentra situado en la calle Obispo 153 esquina a Mercaderes, cerca de la zona portuaria, en La Habana Vieja. Cuenta con 52 habitaciones.

Fue el hotel donde Hemingway vivió por primera vez en Cuba en los años de la década del treinta en el siglo XX.

Hemingway había visitado La Habana  por primera vez en 1928 cuando hizo una escala en el viaje que realizaba desde Europa hacia los Estados Unidos.

Es a partir de 1932 cuando comienza a realizar incursiones por la Corriente del Golfo.

Él solía ocupar una habitación sin número en el quinto piso.  A través de las ventanas de esa habitación de 16 metros cuadrados podía divisar la plaza de Armas, otras zonas de La Habana Vieja, la entrada de la bahía habanera y, a lo lejos, la inmensidad del mar. 

Precisamente, en una de las crónicas que escribiera y titulara “Agujas a la altura del Morro”, describió lo que podía apreciar desde el Ambos Mundos. 

La habitación utilizada por Hemingway, conservada como en la época que solía utilizarla el destacado escritor, se ha convertido en museo.

En este hotel Hemingway escribió diversos trabajos y comenzó a elaborar algunas de sus novelas, entre ellas la primera parte de la titulada Por quién doblan las campanas.

La finca Vigia fue posteriormente  el sitio donde Hemingway fijó su residencia en forma estable y durante años.

En dicha residencia escribió también parte de su obra “Por quién doblan las campanas”, así como “A través del río y entre los árboles”, “París es una fiesta”, “El viejo y el mar” e “Islas en el Golfo”.

Hemingway se instaló en la finca Vigía cuando regresó a Cuba después de participar en la guerra civil española en la etapa final de los años de la década del treinta. 

La edificación está situada entre árboles y en la punta de una elevación.  En la actualidad la casa museo está llena de libros sin ningún orden específico. Se estima que hay cerca de ocho mil libros.

El piso de la sala está forrado de una alfombra de mimbre y un montón de cabezas de ciervos están colgados en las paredes.

Hay además en la finca  Vigía, cerámicas de Picasso y carteles anunciando corridas de toros.

Existen también fotos guardadas en el archivo. Estas fotos fueron tomadas por Robert Capa, el fotógrafo de guerra más famoso del mundo.

Junto a la piscina de la finca se encuentran las tumbas de los cuatro perros de Hemingway.

En la finca se puede apreciar el yate Pilar, embarcación utilizada por Hemingway para realizar sus travesías por la Corriente del Golfo. 

La finca Vigía se localiza en la zona de San Francisco de Paula, en el actual municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana.