La estatua del primer japonés que visitara Cuba, en 1614, Hasekura Tsunenaga, se encuentra muy próxima a la entrada de la Bahía de La Habana, en la Avenida del Puerto, en La Habana Vieja.

La estatua se localiza en un jardín de estilo japonés. Fue modelada por el afamado artista Mizuko Tsuchiva.  Bautizado con el nombre de “Por la Paz y la Amistad entre Cuba y Japón”, el monumento es parte de una donación de una escuela deportiva japonesa. La pieza escultórica muestra a Hasekura Tsunegaga con los atuendos típicos de un samurai, lo cual pudo lograrse a través de cuadros que revelan su físico. En el memorial pueden apreciarse dos saetas que indican la dirección y la distancia existente entre La Habana y Japón. A La Habana llegó este japonés en julio de 1614, pero poco o nada se sabe acerca de su estancia, pues hasta el momento no existen documentos que reflejen las actividades que realizó en la ciudad.

Anécdotas vinculadas con la vida de Hasekura Tsunenaga apuntan que éste escribió un diario, que no se conserva en la actualidad; sin embargo, muchos afirman que en el siglo 19 algunas personas tuvieron la oportunidad de leerlo y quedaron asombradas de su minuciosidad descriptiva.  Lo que sí está claro es que el sagaz negociador visitó La Habana en escala de una misión diplomática iniciada en Japón, que luego continuó por Acapulco, México, y que tuvo como destino a España, país con el que se pensaba establecer una ruta comercial, sin la habitual parada en Manila, Filipinas.

(Foto tomada del sitio www.habanaradio.cu)