
Efemérides habaneras. 21 de marzo
1837. Fallece en La Habana Francisco de Arango y Parreño.
Su cadáver fue enterrado en el Panteón de los Beneméritos de la Patria en el Cementerio de Espada. Tenía al morir 72 años. Nació en territorio habanero el 22 de mayo de 1765 en el seno de una familia de origen español de buenos recursos económicos que vivía en Cuba. Estudió en el Seminario de San Carlos y después ingresó en la Universidad de La Habana.
Dada las condiciones intelectuales que tenía fue enviado por su familia a continuar sus estudios en Madrid y allí obtuvo el título de abogado en 1789.
Fue considerado el economista cubano más relevante de los últimos decenios del siglo XVIII y las tres décadas iniciales de la siguiente centuria. También intervino en los trabajos de la Sociedad Patriótica, llamada después Económica de Amigos del País, en la fundación y organización del Real Consulado de Agricultura y Comercio del cual fue nombrado Síndico Perpetuo. Además atendió la responsabilidad de Alférez Real del Ayuntamiento de La Habana y posteriormente fue Asesor de la Factoría de Tabaco.
Por todos estos cargos que desempeñó estuvo situado en los lugares más prominentes de la colonia en Cuba y luchó en defensa de la política auspiciada por los terratenientes y productores de azúcar. Libró una gran batalla contra el régimen monopolista en el comercio que España había impuesto a Cuba.
1879. Se funda en La Habana la primera Sociedad Odontológica de Cuba
A partir de su creación y hasta 1895, los dentistas cubanos disfrutaron un período brillante, pues en dicha etapa surgieron varias academias dentales, se comenzó la utilización de la cocaína como anestésico, se inició la asepsia ante la aparición de nuevos conocimientos bacteriológicos y se empezó la aplicación de un método racional de preparar y obturar las cavidades dentales, todo lo cual tuvo relación con los aportes brindados a escala internacional en el campo de la Estomatología durante la segunda mitad del siglo XIX.
1962. Le entregan al Comandante en Jefe Fidel Castro el Premio Lenin por la Paz.
El acto se efectuó en el teatro Chaplin, hoy Teatro Karl Marx de La Habana. La Comisión para los Premios Lenin, en Moscú, le confiere el galardón por sus extraordinarios servicios en la lucha por el fortalecimiento y la conservación de la paz entre los pueblos. Lo recibe de manos del científico soviético Dimitri Skobeltam. El líder cubano obtuvo el reconocimiento cuando el naciente proceso revolucionario de la isla adquiría vertiginosamente por su carácter humanista la admiración del mundo.
Al recibir tal distinción Fidel mostró su vocación pacifista y destacó que la lucha contra la guerra y el desarme significaba una actitud activa a favor de la independencia y la liberación de los pueblos.
2001. Fallece en La Habana la prestigiosa escritora Dora Alonso Pérez.
Su nacimiento ocurrió en el poblado de Máximo Gómez, en la provincia de Matanzas, el 22 de diciembre de 1910. A los siete años solía inventar cuentos. Sólo cursó la enseñanza primaria por lo que su formación como escritora fue en forma autodidacta. Siendo muy joven, motivada por las costumbres de la familia, principalmente de su madre, disfrutó sus primeras lecturas literarias al extasiarse con obras de Víctor Hugo, Arthur Conan Doyle, Julio Verne, Vicente Blasco Ibáñez y Emilio Salgari.
En la década de los años veinte inició su labor periodística en la ciudad de Cárdenas en el periódico Prensa Libre. También por esos años militó en la organización Joven Cuba fundada por Antonio Guiteras en la etapa posterior a la caída del dictador Gerardo Machado.
En 1936 escribió su primer cuento largo titulado Humildad, inspirado en un relato que le contó su abuela negra, quien fue en realidad la nodriza que la atendió. Obtuvo con ese cuento el primer premio en un concurso auspiciado por la revista Bohemia. En 1947 comenzó a elaborar guiones para la radio. Tras el triunfo revolucionario en Cuba en 1959 retornó al periodismo.
Colaboró con varias revistas, realizó reportajes en la Sierra Maestra y otros lugares e incluso fue en 1961 corresponsal de guerra en Playa Girón al realizar misiones periodísticas para la revista Bohemia durante el enfrentamiento de la invasión mercenaria. También realizó similar labor durante la Crisis de Octubre en 1962.
Por su labor recibió diversos reconocimientos y condecoraciones, entre los que se encuentran la Orden Félix Varela de Primer Grado, la Medalla Alejo Carpentier y la Distinción Por la Cultura Nacional.