
En Girón los cubanos combatimos por el Socialismo
El 16 de abril de 1961 al hablar en el acto de despedida de duelo de los que habían caído el día anterior en La Habana como consecuencia de un artero ataque de aviones procedentes del exterior a varios aeropuertos militares cubanos, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana.
El acto se realiza muy cerca de la entrada principal del cementerio Colón, en la intersección de las calles 23 y 12, en el Vedado, La Habana.
Allí algo más de un año antes, exactamente el 5 de marzo, también se había realizado otro acto similar en el que se le rindió homenaje a las víctimas del sabotaje del barco francés La Coubre que se hallaba en el puerto de La Habana.
Por su trascendencia histórica la intersección de las calles 23 y 12 de la capital cubana se le confirió posteriormente la condición de Monumento Nacional.
En su segunda intervención en 23 y 12 Fidel le explicó al pueblo que los tripulantes de los aviones piratas habían realizado en forma simultánea ataques contra tres sitios del territorio nacional.
“No se trata del vuelo de un avión pirata, no se trata de la incursión de un barco pirata. Se trata nada menos de un ataque simultáneo a tres ciudades distintas del país, en un amanecer. Se trata de una operación con todas las reglas de las operaciones militares. Tres ataques simultáneos al amanecer, a la misma hora, en la ciudad de La Habana, en San Antonio de los Baños y en Santiago de Cuba, tres puntos distantes unos de otros, y sobre todo uno de ellos con respecto a los otros dos, llevados a cabo con aviones de bombardeo tipo B-26, con lanzamiento de bombas de alto poder destructivo, con lanzamiento de rockets y con ametrallamiento sobre tres puntos distintos del territorio nacional.”
Seguidamente Fidel especificó: “Se trató de una operación con todas las características y todas las reglas de una operación militar.”
Puntualizó que fue un ataque similar a los que los gobiernos vandálicos del nazismo y del fascismo habían realizado contra diversos países en otras etapas. También en el emotivo discurso que pronunció en esa oportunidad Fidel igualmente resaltó:
“Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!”
Fidel destacó que en Cuba las armas estaban en manos del pueblo. Y tras establecer un diálogo con los participantes en el acto al formular sucesivas preguntas que eran respondidas con gran fervor patriótico seguidamente aseguró: “¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles!; ¡y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!”
Ante la declaración del carácter socialista de la Revolución una multitud de milicianos alzó sus fusiles en señal de respaldo a los pronunciamientos hechos por Fidel y como reflejo de la decisión del pueblo cubano de enfrentar cualquier tipo de agresores.
Y esto se hizo realidad en los días siguientes cuando la invasión mercenaria que desembarcó por Playa Girón el 17 de abril fue destruida en menos de 72 horas.
Otro 16 de abril, en este caso en el 2001, en el mismo escenario de la intersección de 23 y 12 en el Vedado, en La Habana, Fidel habló nuevamente en ocasión de conmemorarse el aniversario 40 de la declaración del carácter socialista de la Revolución.
Señaló en la parte inicial de su discurso: “Compatriotas de ayer, de hoy y de mañana: En Girón nuestro pueblo patriota y heroico, que había madurado extraordinariamente en apenas dos años de enfrentamiento al poderoso imperio, sin temor ni vacilación alguna combatió por el socialismo”.
Atrás quedó aplastada para siempre la peregrina idea de que los sufrimientos soportados, la sangre y las lágrimas derramadas durante casi cien años de lucha por la independencia y la justicia contra el colonialismo español y su modelo esclavista de explotación, y más tarde contra el dominio imperialista y los gobiernos corruptos y sanguinarios impuestos a Cuba por Estados Unidos, eran para reconstruir una sociedad neocolonialista, capitalista y burguesa. Se hizo indispensable la búsqueda de objetivos mucho más elevados en el desarrollo político y social de Cuba.
“Era necesario y era posible. Lo hicimos en el momento histórico exacto y preciso, ni un minuto antes ni un minuto después, y fuimos lo suficientemente audaces para intentarlo.”
También Fidel analizó lo que había significado el socialismo para el pueblo cubano.
Recordó algunos de los planteamientos que él hiciera y el diálogo sostenido con los participantes en el acto de despedida de duelo de las víctimas, el 16 de abril de 1961.
Y precisó que en esa oportunidad se ratificaba el juramento hecho 40 años atrás de defender la Patria y el socialismo ante nuevas amenazas y posibles agresiones. Manifestó: “Hoy no venimos a conmemorar el 40 aniversario de la proclamación del carácter socialista de la Revolución; hemos venido a ratificarlo, hemos venido a volver a jurar”.
Utilizando exactamente las mismas palabras de aquel inolvidable día hace 40 años, les pregunto:
"Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria, ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes?" (Exclamaciones de: "¡Juramos!")
"Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos de familias humildes" —a lo que añado hoy dos frases: en memoria de todos los caídos por la patria y la justicia desde hace 133 años, en nombre de los que dieron sus vidas por la humanidad en heroicas misiones internacionalistas—, "reafirmemos nuestra decisión de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron sus vidas, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos, frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre."
Los presentes en el acto, muchos de ellos también vestidos con el uniforme de miliciano y con sus fusiles en alto, ratificaron, en nombre de todo el pueblo de Cuba, el histórico juramento que mantiene en la actualidad plena vigencia.