Día Internacional de la Infancia: En Cuba los infantes son protagonistas en la obra creadora del pueblo
El primero de junio se celebra el Día Internacional de la infancia. Anualmente tienen lugar en el país múltiples actividades con el objetivo de, más allá de un festejo formal de un día en específico, propiciar que las más jóvenes generaciones de cubanos puedan sentirse felices y realizados.
La fecha del Día Internacional de la Infancia fue instituida en el mundo en correspondencia con lo acordado en el Congreso de Defensa de la Infancia realizado en Viena en abril de 1952.
Dicha iniciativa se materializó con el propósito de promover fórmulas para lograr el desarrollo armonioso de la personalidad del niño y poner en marcha una campaña universal para asegurarles una vida más plena.
Precisamente la Declaración de los Derechos del Niño, de la Organización de Naciones Unidas, plantea la necesidad de protegerlos contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
También se detalla en la citada Declaración lo necesario que resulta educar a los niños en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal y con la plena conciencia de que deben consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
En Cuba se celebró por primera vez el Día Internacional de la infancia el primero de junio de 1963.
Desde entonces cada año en esta fecha se realizan múltiples actividades en tan simbólico día, pero más allá de ello en nuestro país en forma constante se llevan a cabo programas dirigidos a propiciar la defensa de la niñez y su plena incorporación en actividades educacionales, artísticas, deportivas y recreativas que contribuyan a su formación y desarrollo plenos.
Se tiene en cuenta de modo muy especial la gran enseñanza brindada por José Martí que calificó a los niños como la esperanza del mundo y proclama que para ellos se trabaja porque son los que saben querer.
De modo muy especial señalamos que en Cuba existe desde 1961 la Organización de Pioneros que se identifica con el nombre de José Martí, el Apóstol de la Independencia cubana.
Y al tratar con respecto a la niñez y haber mencionado a José Martí recordamos que él creó en 1889 de modo trascendental una revista dedicada a los infantes. Precisamente en la nota introductoria que publicó en la primera edición de la citada revista (La Edad de Oro) que circuló en el mes julio destacó: “Para los niños, es este periódico, y para las niñas por supuesto. Sin las niñas no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz.”
También José Martí precisó: “El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso.”
Y seguidamente expuso: “Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda.”
José Martí igualmente expuso en la nota introductoria que insertó en la edición inicial de la citada publicación: “Este periódico se publica para conversar una vez al mes, como buenos amigos, con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana; para contarles a las niñas cuentos lindos con que entretener a sus visitas y jugar con sus muñecas; y para decirles a los niños lo que deben saber para ser de veras hombres.”
En Cuba existen en la actualidad una editorial, identificada como Gente Nueva, que crea obras especialmente dirigida a los niños y adolescentes.
También se editan publicaciones, entre ellas Pionero y Zun zún, dirigidas a las más jóvenes generaciones de cubanos, así como una amplia variedad de programas de radio y televisión , y hasta películas en los que participan numerosos niños.
Hay además agrupaciones y conjuntos artísticos integrados por niños que gozan de gran prestigio a nivel nacional y algunos, como es el caso de La Colmenita que ha alcanzado gran notoriedad, también en el ámbito internacional.
En diferentes ciudades de la Isla existen zoológicos, palacios y campamentos de pioneros, parques infantiles y otras áreas y edificaciones en los que los niños pueden disfrutar horas de esparcimiento y a la vez que pueden obtener valiosos conocimientos.
Los niños y niñas en Cuba tienen garantizados cuestiones esenciales para lograr su debido desarrollo y a manera de ejemplo citamos el hecho de recibir la enseñanza en forma gratuita, incluso muchos infantes, de hecho, la comienzan a recibir desde poco tiempo después de su nacimiento al asistir a los círculos infantiles.
Los infantes cubanos igualmente han sido protagonistas directos de múltiples actividades de gran relevancia como por ejemplo los congresos de la Organización de Pioneros “José Martí” en los cuales los niños han expuesto sus criterios y anhelos ante los máximos dirigentes del país y han sido escuchados y atendidos con atención y respeto.
Tan sólo para ejemplificar esto cabe recordar lo ocurrido en La Habana en 1991 cuando se produjo un inusual congreso, podría decirse único de su tipo, en el que participaron un gran número de niños y niñas, integrantes de la Organización de Pioneros “José Martí”
En la sesión de clausura del Primer Congreso de la Organización de Pioneros, en el Palacio de Convenciones el máximo líder de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro, el primero de noviembre del año citado, les señalaría a los infantes: “Ustedes, por cierto, traen aquí color y belleza por fuera, pero mucho más importantes y lo que los hace diferentes son el color y la belleza que se llevan por dentro, las ideas que se llevan por dentro, los sentimientos que se llevan por dentro, que son los que ustedes han expresado en el día de hoy mediante la palabra de decenas y decenas de delegados, que era una décima parte de los que querían hablar en la Plenaria de hoy.”
También detalló: “En el mundo los niños no hablan ni tienen donde hablar, como no sea en su casa o en el parque. En una asamblea no hablan, ¿dónde hay asambleas de niños y adolescentes? En un congreso no hablan, ¿dónde hay congresos de pioneros? En el nuestro hablan, y no solo hablan con toda la libertad que se pudiera concebir —y yo quisiera ver qué dicen de eso los que hablan de democracia entre unas enormes comillas; aquí no solo se habla con toda la libertad que pueda concebirse, repito—, sino que todos hablan.”
Igualmente ponderó con las siguientes palabras: “Los que creemos en el ser humano, los que creemos en la sociedad humana y sus capacidades de perfeccionamiento, los que creemos en la virtud y en la bondad del ser humano, los que no nos dejamos envenenar el alma por las excepciones, o por los malos ejemplos, o por las cosas mezquinas; los que no confundimos el oro con el lodo, tenemos que sentirnos alentados realmente de tanto oro…”
Y agregó: “Nos sentimos alentados porque vemos a un pueblo capaz de estar a la altura del extraordinario momento histórico que estamos viviendo, y lo hemos visto no solo a través de nuestro congreso, lo hemos visto a través de ustedes y eso nos da fuerza, nos da estímulo, nos da confianza, nos da seguridad en el porvenir.”