JORGE AGOSTINI
Jorge Agostini Villasana fue uno de los cubanos que brindó su ayuda internacionalista a la defensa de la República Española y además fue un luchador contra la dictadura militar reaccionaria existente en Cuba tras el golpe de estado de Fulgencio Batista en marzo de 1952. Agostini fue asesinado en La Habana por fuerzas del régimen dictatorial el 9 de junio de 1955.
Nacido el 5 de febrero de 1910 en Mayarí, provincia de Oriente, desde joven evidenció tener un espíritu rebelde ante toda injusticia y patentizó su amor a la causa revolucionaria de los pueblos. Cuando contaba 16 años ingresó en la Escuela Naval del Mariel y en este centro se graduó de Alférez de Fragata en 1931. Forma parte entonces de varias tripulaciones de buques escuelas de la Marina de Guerra.
Después de septiembre de 1933 cuando se produjo el primer golpe de estado encabezado por Batista, Agostini salió de Cuba como exilado político. Posteriormente retornó pero relativamente pronto por sus actividades revolucionarias tuvo que salir otra vez del país.
Unos años más tarde decidió dirigirse hacia España como parte de las Brigadas Internacionales que marcharon en 1937 hacia este país para enfrentar las acciones de los elementos que atacaban a la República. Participó en diversos combates navales y resultó herido. Al recuperarse fue ubicado en una base naval al mando de un submarino y con su pericia y audacia logró romper el bloqueo nazifascista a Cataluña.
De regreso a Cuba en 1941 se reincorporó a la Marina de Guerra y fue profesor en la Escuela Naval del Mariel y luego se desempeñó como jefe del Puesto Naval en esa zona. Después prestó servicios en el crucero Cuba y posteriormente ocupó otras responsabilidades y a la vez en esa etapa se destacó como prestigioso esgrimista en varias competencias internacionales. En Colombia, por ejemplo, en 1946 ganó el Campeonato Panamericano de Florete. También sobresalió en los IV Juegos Centroamericanos y en los Primeros Juegos Panamericanos. Jorge Agostini a partir de 1952 se convierte en objeto de persecución por las fuerzas represivas por sus manifestaciones en contra de la dictadura batistiana.
Se temía además, que teniendo en cuenta su conducta de valeroso y honesto oficial, pudiera ejercer una gran influencia entre miembros de las Fuerzas Armadas con que se había relacionado durante los años que prestó servicios en la Marina de Guerra. Agostini tuvo incluso que marchar hacia el exilio pero después retornó en forma clandestina a Cuba. Entonces empieza a establecer contacto con miembros del Ejército y la Marina. Organiza células revolucionarias, pero finalmente es descubierta su actividad como consecuencia de una delación.
Perseguido tenazmente fue así que, aún en medio del clima de aparente tranquilidad y respeto a los derechos ciudadanos que el régimen dictatorial intentaba presentar para cambiar su imagen por una más favorable a nivel nacional e internacional, cuando Jorge Agostini llegaba a una casa en la zona del Vedado, en La Habana, resultó vilmente asesinado. Como reflejo del ensañamiento de sus asesinos la autopsia que se le practicó puso en evidencia que había recibido 21 perforaciones de bala diseminadas por todo el cuerpo.