MANUEL NAVARRO LUNA
Calificado como el cantor de la tierra herida, en correspondencia con el título de uno de sus libros, publicado en 1936, Manuel Navarro Luna fue un notable poeta cubano, quién falleció en La Habana el 15 de junio de 1966. Navarro Luna nació el 29 de agosto de 1894 en el poblado de Jovellanos en la provincia de Matanzas.
Cuando contaba seis meses su padre, quién era capitán del ejército español pero simpatizaba con los anhelos independentistas de los cubanos, fue asesinado por los propios españoles. Entonces su madre tuvo que trasladarse con sus cuatro hijos hacia Manzanillo, en la zona oriental del territorio cubano. Fue ella, quién realizó labores como maestra, la que le enseñó las primeras letras.
Después empezó a estudiar en una escuela pública, la cual tuvo que abandonar para trabajar como mozo de limpieza, limpiabotas, sereno, buzo, barbero y otras labores. Aunque nunca más pudo asistir formalmente a la escuela Navarro Luna no dejó de leer y estudiar en sus ratos libres e incluso estudió música. En 1915 dio a conocer sus primeros versos en publicaciones en Manzanillo. Ingresó después en el grupo literario de la ciudad y el primero de mayo de 1915 en un acto organizado en Manzanillo leyó un soneto titulado “Socialismo” en el que se refleja la vocación revolucionaria del poeta.
En 1919 publicó su primer libro “Ritmos Dolientes” y con el dinero recibido le compró una casa a su madre. Con el decursar de los años publicó otros libros, entre ellos Corazón Abierto, Refugio, Surco, Siluetas Aldeanas, Cartas de la Ciénaga, Pulso y Onda y La Tierra Herida. Éste último fue publicado con la adición de poemas escritos entre 1943 y 1960 con el título de Odas Mambisas y Odas Milicianas, en 1963. Más allá de su labor como creador ya desde 1929 Navarro Luna se había hecho procurador y desde esa fecha empezó a enfrentarse a los voraces latifundistas y patronos.
En 1930 ingresó en el Partido Comunista de Cuba y en los años siguientes sufrió persecución y encarcelamiento por sus convicciones y labor políticas. Durante el segundo lustro de la década del treinta él formó parte del Comité de Auxilio del Pueblo Español.
En 1940 tras la elección de Francisco, “Paquito, Rosales como el primer alcalde de filiación comunista en Cuba a Navarro Luna se le encomendó una función en el Departamento de Cultura de Manzanillo, la cual desempeñó a cabalidad. En el periodo de la dictadura de Fulgencio Batista, Navarro Luna fue igualmente perseguido y tuvo que trabajar en la clandestinidad, sobre todo después de 1956. Al producirse el triunfo popular en 1959 él comenzó a realizar distintas actividades.
Ingresó en las milicias y solía ir por diferentes lugares diciendo sus versos de carácter patriótico. A pesar de su deteriorada salud él continuó ofreciendo charlas, recitales, conferencias y se mantuvo colaborando en distintas publicaciones hasta que se produjo su muerte en 1966.