En Cuba se celebra este 15 de enero el Día de la Ciencia y se le rinde un significativo homenaje a los hombres y mujeres que con sistemática y abnegada labor contribuyen de forma decidida a hacer realidad las palabras pronunciadas por Fidel cuando en 1960 al hablar en La Habana en el acto por el vigésimo aniversario de la fundación de la Sociedad Espeleológica de Cuba se refirió a la importancia de la ciencia y la labor de los científicos e incluso planteó como aspiración que en el futuro Cuba debía ser un país de hombres de ciencia.

Fidel igualmente comentó que en esos momentos el científico, como el artista, tenían el  escenario ideal donde su inteligencia y su talento pueden encontrar desarrollo pleno en busca de la verdad y del bien, y explicó seguidamente  que la Patria ha entrado por el sendero de la justicia, por el camino donde no se persigue la inteligencia sino que se le estimula y se le premia:

“…ha entrado la Patria por el camino en que es necesario que todos nos pongamos a estudiar y nos pongamos a investigar…”

También significó que en el período revolucionario se habían ido creando las condiciones necesarias para lograr la existencia de hombres de pensamiento, porque y detalló:

“El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia; ya que una parte considerabilísima de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura, ni a la ciencia, una parte mayoritaria de nuestro pueblo.  Era una riqueza de la cual no podía nada esperarse porque no tenían la oportunidad.” 

Señaló que el mejor sistema es aquel que le brinda la oportunidad de ir a la universidad, no al privilegio sino a la inteligencia.

Y agregó: 

“Cuba necesita mucho de los hombres de pensamiento, sobre todo de los hombres de pensamiento claro, no solo hombres que hayan acumulado conocimientos; hombres que pongan sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado de la patria, porque vivimos en estos momentos en que el papel del pensamiento es excepcional, porque solo el pensamiento puede guiar a los pueblos en los instantes de grandes transformaciones y en los momentos en que se emprenden grandes empresas como ésta que está llevando adelante nuestro pueblo.”

Puntualizó  que entre los hombres de pensamiento había que librar la batalla y formar la legión que brinde los recursos de su inteligencia a la Revolución en esta hora, “porque hombres hay que han acumulado pensamientos, pero no los emplean sino en beneficio de sus propios intereses, no los emplean sino egoístamente, y necesitamos hombres de pensamiento que lo empleen en bien de los demás.”

En correspondencia con lo expuesto por Fidel ese 15 de enero de 1960 en La Habana, y en otros discursos que pronunció en la inauguración de importantes centros de investigación científica, a través de más de seis decenios en Cuba se ha logrado un avance constante  en el campo de las ciencias. 

Cuba ha propiciado la formación y desarrollo de hombres y mujeres que han realizado una encomiable labor en la rama de la ciencia y a la vez ha creado centros especializados, algunos de los cuales alcanzan gran notoriedad no sólo en el plano nacional, sino también a nivel internacional.

Tanto en La Habana como en otras partes del territorio cubano existen un número considerable de centros científicos en los que no solo se llevan a cabo investigaciones sino que además se crean vacunas, productos y equipos que contribuyen a garantizar, por ejemplo, la salud del pueblo. Asimismo hay científicos cubanos que han sobresalido por sus valiosos aportes tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

De modo muy especial esto se puso de manifiesto durante el período en el que Cuba tuvo que enfrentar los efectos de la pandemia Covid-19.

Al celebrarse, como ya es habitual cada año, en este 15 de enero el día de la ciencia en Cuba,  se le rinde homenaje a los millares de científicos cubanos que con gran pasión y dedicación se esfuerzan por garantizar el desarrollo de la vida y por obtener nuevos logros que incrementan el prestigio del país en esta esfera tan vital como es la ciencia, que resultó catalogada por José Martí en el siglo XIX como una verdad única, generadora y matriz de todo género y toda clase de verdades.

Llegue pues, nuestro saludo y reconocimiento a todos los hombres y mujeres que en el país, y en La Habana especialmente, mantienen en alto la aspiración de continuar haciendo realidad que Cuba siga convirtiéndose en un país de hombres de ciencia y que por tanto su labor pueda ser de mucha utilidad tanto para nuestro pueblo como para otros que en diferentes partes del mundo  puedan necesitar nuestra ayuda solidaria.