Rita Montaner, auténtica, La Única
A través del tiempo diversas figuras culturales de Cuba, y de modo muy particular cantantes y músicos, han sido calificados y reconocidos popularmente a través de una frase que simbólicamente reflejan sus cualidades.
A manera de ejemplo citamos a Celina González, la reina de la música campesina, a Celeste Mendoza, la reina del guaguancó, a Beatríz Márquez, la musicalísima, Barbarito Diez, la voz de oro del danzón, a Antonio María Romeu, como el mago de las teclas, y a Rita Montaner calificada como La Única.
Así la consideró el gran poeta cubano Nicolás Guillén el 28 de marzo de 1942, en un homenaje que le tributó el Partido Socialista Popular, a Rita Montaner.
Guillén especificó: “No hay tan adecuado modo de llamarla, si ello se quiere hacer con justicia. De Cuba porque su arte expresa verdaderamente lo nuestro… pues sólo ella y nadie más ha hecho del solar habanero de la calle cubana, una categoría universal.”
Nacida en la calle Cruz Verde, en Guanabacoa, al este de La Habana, el 20 de agosto de 1900, desde pequeña sus padres advirtieron su afición por la música y le compraron un piano. Además que en la zona en la que residía se escuchaba claramente el sonido de los tambores batá, el toque carabalí y la rumba de cajón.
En plena adolescencia concluyó estudios de solfeo y piano. Alcanzó el premio Medalla de Oro en el conservatorio ¨Peyrellade¨. También estudió canto con Pablo Morales quien aseveró que ella poseía una voz bellísima y un gran temperamento.
Rita Aurelia Fulceda-Montaner y Facenda inicialmente se presentó como pianista en salones de amigos y familiares y en conciertos que organizaron destacados creadores, entre ellos Jorge Anckermann, Eduardo Sánchez de Fuentes y Ernesto Lecuona, hasta que después lo hizo como cantante.
Como intérprete inauguró un estilo que luego sería calificado como afrocubano.
En 1922 Rita fue la primera artista que cantó en la radio cubana al participar en el acto de inauguración de la PWX el 10 de octubre del año citado. Ese día cantó las canciones “Rosas y violeta” de José Mauri y “Presentimiento” de Eduardo Sánchez de Fuentes.
Cinco años después debutó oficialmente en el teatro “Regina” al ser la artista principal del elenco que presentó la zarzuela “Niña Rita” de Ernesto Lecuona y Eliseo Grenet.
Con el decursar de los años Rita Montaner, con su personalidad y modo de interpretar las creaciones musicales, se convirtió en una especie de mito ó leyenda.
En 1927 viajó a Nueva York y después a España y Francia. Tuvo un gran éxito. Alternó con las figuras más célebres de su tiempo, entre las que podemos mencionar a Josephine Baker, quien fascinada por Rita Montaner la convidó a participar en uno de sus espectáculos, y recorrer escenarios de Estados Unidos, España, Argentina, Venezuela y México.
Volvió a Cuba en 1935 y en el teatro Principal de la Comedia estrenó un repertorio nuevo y difícil en el que sobresalieron obras como Oguere, Tambó, Sangre Africana y Bembé.
En Cuba Rita se presentó durante varios años en el cabaret Tropicana y como actriz en la televisión. Fue la artista que en la primera mitad del siglo XX alcanzó mayor resonancia en el territorio nacional y en el extranjero.
Entre sus grandes éxitos como cantante se encuentran “El Manisero”, de Moisés Simons, “Siboney”, de Ernesto Lecuona y “Ay Mamá Inés”, de Eliseo Grenet. Como actriz trabajó en películas cubanas y mexicanas.
Ella igualmente como actriz participó en diversos programas de radio y la televisión. Rita Montaner falleció en La Habana el 17 de abril de 1958.
En su terruño, Guanabacoa, la Casa de la Cultura se identifica con su nombre. Esa institución tiene su sede en la edificación que en el siglo XIX funcionó desde el 16 de junio de 1861 como Liceo Artístico y Literario, donde José Martí fue admitido como Socio Facultativo de la sección de Literatura en noviembre de 1878 y después como Secretario y también donde pronunció su primer discurso en el año 1879.
Rita de Cuba, es considerada como uno de los registros más auténticos en la historia del género son, sin embargo, su consagración artística tuvo lugar cuando protagonizó la zarzuela Cecilia Valdés, del maestro Gonzalo Roig.
Soprano cubana de una gran disciplina, a Rita Montaner se le cataloga como una de las exponentes más universales de las artistas cubanas con una huella imborrable en el teatro, la radio, el cine y la televisión.