Este 6 marzo se cumple el aniversario 65 de la creación del III Frente Doctor Mario Muñoz Monroy, del Ejército Rebelde, que operó  en la entonces provincia de Oriente bajo la dirección del Comandante Juan Almeida Bosque.

Se identificó con el nombre del Doctor que había participado en la acción realizada en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953 cuando se produjo el asalto al cuartel Moncada en esa ciudad.

El doctor Muñoz formó parte del grupo encabezado por Abel Santamaría que ocupó el hospital Saturnino Lora, situado frente a la parte trasera de la instalación militar.

Cuando resultó detenido y era conducido hacia el cuartel resultó vilmente asesinado por los soldados de la dictadura.

El III Frente formó parte de la estrategia de Fidel de ampliar el radio de acción del Ejército Rebelde en las zonas montañosas de la provincia de Oriente.   

Ya el 16 de febrero de 1958 los combatientes rebeldes habían obtenido una importante victoria en la batalla de Pino del Agua.

Entonces el día 27 Fidel ascendió a Comandante a los entonces Capitanes Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque y les encomendó la creación del II y III Frente, respectivamente.

El primero de marzo desde Pata de la Mesa salió Almeida con los combatientes que componían su columna para operar en la zona montañosa cercana a Santiago de Cuba.

En ese momento sólo 57 combatientes -entre ellos dos mujeres, integraron esta fuerza rebelde.

Tras varios días de largas y agotadoras marchas  por zonas rurales y montañosas la tropa de Almeida llegó a Puerto Arturo y se creó así el III Frente que tuvo como misión principal lograr que el pueblo conociera la presencia del Ejército Rebelde en las proximidades de la capital oriental, cercando a Santiago de Cuba y otras ciudades cercanas, y no permitir la salida de armas y refuerzos de la tiranía hacia lugares atacados por otras columnas rebeldes, lo que implicaba el dominio sobre la carretera central y otras importantes vías de comunicaciones.

La primera acción combativa fue en esa etapa inicial del mes de marzo el  ataque a la refinería Texaco, cercana a la capital oriental con el objetivo de distraer las fuerzas de la dictadura y proteger el cruce de Raúl Castro y los integrantes de su Columna por la Carretera Central hacia su zona de operaciones.

Un mes después durante la noche del 10 y la madrugada del 11 de abril realizaron una audaz acción a unos 20 kilómetros de Santiago de Cuba.

El poblado de El Cobre fue atacado y ocupado por las fuerzas rebeldes.

En mayo de 1958, ante la Ofensiva de Verano, lanzada por la tiranía contra los combatientes rebeldes en la Sierra Maestra,  por solicitud de Fidel, las principales fuerzas del Tercer Frente, se trasladan hacia donde estaban los miembros de la Columna uno para poder enfrentar y derrotar el avance de las tropas de la dictadura.

Después de haber sido derrotada la ofensiva del régimen dictatorial, los miembros del Tercer Frente retornaron hacia donde se hallaban meses atrás.

En agosto de 1958 se establece en su Comandancia en La Lata. Fortalecido en número de combatientes y de armas, el Tercer Frente crecería también desde el punto de vista estructural.

Nacen las Columnas 10 “René Ramos Latour”, al mando del comandante René de los Santos; la 9 Antonio Guiteras, con la jefatura del comandante Hubert Matos (traidor después del triunfo) y otra al mando del ya comandante Guillermo García Frías. Surgen también las capitanías de Calixto García y Universo Sánchez. Cada una de estas fuerzas con capacidad combativa en sus respectivos territorios. En más de 200 emboscadas y escaramuzas el Tercer Frente Oriental “ Dr. Mario Muñoz Monroy” se impuso al enemigo.

En el área de este frente se crearon los Departamentos de Café, Cacao y Ganado, de Justicia, Suministro, Comunicaciones, Construcciones Civiles, Educación, Transporte y Sanidad Militar, para beneficio de la guerrilla y de la población civil. Ejemplo de esto fueron las 52 escuelas y 6 hospitales de campaña creados.

El III Frente llegó a abarcar algo más de seis mil kilómetros comprendidos entre las cercanías de las ciudades de Bayamo y de Santiago de Cuba.

Con el decursar del tiempo los miembros del Tercer Frente llevaron a cabo ataques a cuarteles y otros puestos militares,  organizaron emboscadas y escaramuzas a patrullas y también mantuvieron una gran coordinación con los luchadores clandestinos que operaban en ciudades y poblados y en zonas rurales.

El Frente se había fortalecido con la incorporación de campesinos de la Sierra Maestra y de obreros.

Así, en la etapa final de 1958 el III Frente desempeñó un papel decisivo durante el desarrollo de la Operación Santiago concebida por Fidel para lograr el sitio y la ocupación de la oriental ciudad cubana, la segunda en importancia del país.

No fue necesario realizar el ataque directo a Santiago de Cuba porque la dictadura se desarticuló en horas de la madrugada del primero de enero de 1959.

Acerca de cómo actuó este Frente desde su creación el Comandante Juan Almeida llegó a señalar que nacido de la concepción revolucionaria y del espíritu de ofensiva de Fidel, cumplió con honor la misión que le designó el Comandante y Jefe, y fue uno de los pilares de la victoria definitiva del pueblo cubano.