El concierto-homenaje "Siempre la Fornés" que enalteció a La Habana
El emblemático teatro Martí, Premio Nacional de Restauración, se vistió de zarzuelas y fragmentos de operetas protagonizadas por Rosita Fornés, a propósito de celebrar ayer, 11 de febrero el centenario de su natalicio. Todo un homenaje a la gran vedette de Cuba, que con su actuar nos legó para siempre un sello de cubanía y entrega profesional.
Fue un concierto sin estridencias que enriqueció la historia y leyenda del Coliseo de las Cien Puertas, como lo denominara el bayamés José Fornaris.
Desde la hermosa platea pude disfrutar del homenaje a Rosita, con fragmentos de las operetas El soldado de chocolate, de Oscar Strauss; La Generala, de Amadeo Vives; La casta Susana, de Jean Gilbert; y las zarzuelas Las musas latinas, de Manuel notorio; y La Gran Vía, de Chueca y Valverde.
Un momento de total lucidez, fue cuando el video beam nos mostró fragmentos (en la propia voz de la Fornés) de "La Casa de Bernarda Alba", una obra de Federico García Lorca , que la artista interpretó incluso para la TV Cubana en 1994. Sobre esta obra algunos que la aplaudieron y que ya hoy peinan canas, la recordaban al comentar en los salones "Tuve la suerte de verla en el anfiteatro, ella sola representó a todas las mujeres, desde Bernarda, y a todas las hijas, fue como especie de un monólogo. Y ese monólogo nos quedó grabado para disfrutar de su arte diverso, culto a la vez que popular, en el Centenario de sus natales.
Alfonso Menéndez Balsa, el director general de este concierto-homenaje, regaló a La Habana una joya musical en un escenario que nos remontó a aquellos teatros de ensueños de los siglos XIX y XX. Los aplausos retumbaron con el Pichi de las Leandras, Bolero de Malabú, La viuda alegre, Los Nardos, y la Duquesa del BalTabarán.
Y comentar sobre la excelencia mostrada por el Coro y la Orquesta de la Televisión Cubana bajo la batuta del maestro Patterson (El maestro Miguel Lino Patterson Meriño quien ha brindado su aporte musical, durante casi cinco décadas, a la radio y la televisión cubanas), grandes protagonistas de este concierto "Siempre la Fornés".
El canto lírico cubano muestra su madurez con las interpretaciones de Milagros de los Ángeles Soto, Cristina Rodríguez, y Dayri Llanes, acompañadas de los barítonos Sergio Gattorno y Luis Manuel Molina, quienes tuvieron a su cargo casi todo el espectáculo que honro la vida y obra de esta excepcional artista de la radio, la televisión, el cine, y el teatro cubanos.
En una de sus voces se escuchó la voz de Rosita cuando dijo "A veces, uno se siente mal, y tiene que salir a cantar, a sonreir, cuando se le está acabando la vida, sin embargo, hay que despojarse la piel y ponerse la otra piel, la del artista... una artista no puede desfraudar a su público que la quiere y admira, es una alta responsabilidad", expresó la vedette en una entrevista cuyo fragmento fue transmitido en medio del concierto-homenaje.
Ella nos demostró dentro de su incomparable versatilidad, una cubanía sin límites. Será siempre recordada en la interpretación de su famoso Siboney, de su incomparable Babalú Ayé, o con la sinigual rumbera de Campana Blanca, y la única en la majestuosa salida de nuestra Cecilia Valdés.
La Rosa de Cuba, se mantiene vital, entre nosotros. La Habana se enaltece con su encantadora vida, y el público sigue aplaudiendo a la gran artista que fue, que es nuestra inolvidable "Rosita Fornés".
Texto y Fotos: Maria Salomé Campanioni González