La Habana y algunos poetas que le han dedicado obras
La Habana a través del tiempo ha constituido fuente de inspiración para poetas y compositores musicales.
Un ejemplo fue Fayad Jamís, destacado poeta que nació en Zacatecas, México pero que desenvolvió una gran parte de su vida, e incluso murió, en La Habana. Él definió el significado que le atribuía a La Habana en un poema que creó en 1984 y que tituló “Si no existieras”. En una parte del citado poema enfatizó: Que sería de mí si no existieras Mi ciudad de La Habana. Si no existieras, mi ciudad de sueño En claridad y espuma edificada, Que sería de mí sin tus portales, Tus columnas, tus besos, tus ventanas. También Fayad Jamís resaltó en ese poema que le dedicó a La Habana: Ciudad de mis amores en el polvo, Bella ciudad de podredumbre y alas, En ti nací realmente un mes de enero Cuando golpeó en tu pecho la esperanza. Si viví un gran amor fue entre tus calles, Si vivo un gran amor tiene tu cara, Ciudad de los amores de mi vida, Mi mujer para siempre sin distancia. Si no existieras yo te inventaría, Mi ciudad de La Habana. |
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Otro poeta, Jesús Orta Ruiz, nacido en un barrio de La Habana, en Guanabacoa, en 1922, igualmente hizo referencia en una de sus obras al simbolismo que le atribuyera a la capital cubana. Precisó: La Habana es una ventana Enmarcada en un zafiro. En ningún lugar respiro Como respiro en La Habana. Puede otra ciudad lejana Ser bella como un edén; Ser rica y tener también Un mar frente a su ventana; Más si no estoy en La Habana (no sé) no respiro bien. No sólo La Habana en sentido general ha motivado a poetas sino igualmente algunos sitios o edificaciones específicas de la capital cubana han sido reflejados en poemas. |
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Y al respecto detallamos que Nicolás Guillén, Poeta Nacional, dedicó una de sus obras a ese célebre restaurante situado en La Habana Vieja, la Bodeguita del Medio. En ese poema aseguró: La Bodeguita es ya la bodegona, Que en triunfo al aire su estandarte agita, Más sea bodegona o bodeguita La Habana de ella con razón blasona. Hártase bien allí quién bien abona Plata, guano, parné, pastora, guita, Más si no tiene un kilo y de hambre grita No faltará cuidado a su persona. La copa en alto, mientras Puebla entona Su canción, y Martínez precipita Marejadas de añejo; de otra zona Brindo porque la historia se repita, Y porque lo que es ya la bodegona Nunca deje de ser la Bodeguita. |
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También hay varios poemas que hacen mención del río Almendares, muy asociado con la historia y desarrollo de la capital cubana y existe un poema de Ángel Augier dedicado al Patio del antiguo edificio de los Capitanes Generales, hoy sede del Museo de la ciudad. En esa obra que creó en 1937 Augier especificó: A la luz de tu sombra conmovida deja de escuchar a tantas voces tuyas, me quedaré desnudo de silencio cuando me des tu intimidad desnuda. Los recuerdos que corren por tu sangre Te han dejado fragante de ternura, Fuerte eternidad estremecida Y el color secular que te circunda. La nostalgia se sube a tus arcadas Para soñar el sol su ansia madura; Mientras las ramas verdes te acarician En el temblor henchido por la lluvia. Para las sombras de tus corredores Son mis palabras como sombras mudas Que quieren saturarse de tus ecos Y saturan tu paz de albas futuras. |