Este segundo domingo de mayo, como es habitual cada año, en Cuba se conmemora el día de las Madres.

La primera vez que se le rindió homenaje a las madres cubanas fue el 10 de mayo de 1920 en el local que ocupaba el Teatro Popular del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas.

Con antelación el 19 de abril de 1920, Francisco Montoto García planteó esta idea en el dicho centro. Esta institución había sido fundada en 1882 por obreros tabaqueros e intelectuales progresistas.

Montoto hizo referencia a los esfuerzos realizados por la ciudadana norteamericana Anna Jarvis para que se instituyera en el estado de Virginia Occidental (Filadelfia) y en todo el país el Día de las Madres.

En Estados Unidos se había aprobado finalmente y se escogió el segundo domingo de mayo por coincidir con la muerte de la Jarvis. Se adoptó el clavel blanco preferido por ella como flor representativa del homenaje.

En Cuba la propuesta de Montoto, quién vivió entre 1891 y 1940, también fue acogida con beneplácito aunque algunos dijeron que podía ser una imitación de la versión norteamericana.

El periodista Víctor Muñoz fue el primero en apoyar públicamente la celebración del Día de las Madres.

Precisamente sobre esto publicó una crónica el domingo 9 de mayo en el periódico “El Mundo”.

Con posterioridad tras ser electo concejal, Muñoz  también presentó una moción en la sesión del 27 de abril de 1921 del Consistorio Municipal en la cual solicitó declarar Día de las Madres el segundo domingo del mes de mayo cada año.

Víctor A. Muñoz Riera, destacado escritor y periodista, fundador de la Asociación de Reporteros en la que ocupó la Secretaría, nació en La Habana el primero de enero de 1873 y murió en Nueva York el 25 de julio de 1922.

Sus trabajos periodísticos fueron de calidad y estuvo especializado en el género crónica. En sus crónicas solía tratar temas de gran interés humano y social.

Firmó la mayoría de sus escritos con el seudónimo “Attache”. Debido a estrecheces económicas  de su familia que se agravaron con la muerte de su padre se trasladó a los Estados Unidos

En Cayo Hueso y Tampa halló trabajo en las tabaquerías en las que sobresalió como un magnífico lector.

Colaboró también en las publicaciones “Cuba”, en Tampa, y “Yara”, en Cayo Hueso, órganos que defendían la independencia de su tierra natal.

Este 8 de mayo las madres cubanas recibirán nuevamente el  homenaje de sus hijos y otros familiares, así como de la sociedad en general,

Y seguramente muchos de los que le escriben  en tarjetas especialmente dedicadas, a través de los mensajes originales que le detallen, de una forma u otra tendrán en cuenta lo que Martí señalara con respecto a las madres.

Por ejemplo Martí destacó que los brazos de las madres son cestos floridos y además aseguró que la madre, esté lejos o cerca de nosotros, es el sostén de nuestra vida.

Martí aseguró en sus Cuadernos de Apuntes: “Toda madre debiera llamarse Maravilla.”