Gerardo Abreu Fontán nació en Santa Clara, el 24 de septiembre de 1931, en el seno de una familia obrera de escasos recursos económicos.

Con el decursar de su existencia sobresalió como un joven revolucionario que durante la lucha contra la dictadura batistiana desarrolló una intensa labor clandestina en La Habana hasta que fuera en febrero de 1958 apresado, torturado y vilmente asesinado por las fuerzas represivas del régimen. Tenía entonces tan sólo  27.

No obstante a ser sometido a bárbaras torturas sus captores no pudieron doblegar su entereza ni que él señalara ninguna información que pudiera comprometer o localizar a otros compañeros suyos.

Su cadáver fue hallado  el 7 de febrero de 1958, en terrenos aledaños al antiguo Palacio de Justicia,  en la entonces identificada como Plaza Cívica.

Tras realizarse su asesinato,  el periódico El Cubano Libre, órgano oficial del Ejército Rebelde, publicó la siguiente nota: “El nombre de Fontán permanecerá indeleble en la memoria de los cubanos de esta hora. Su acción decidida y constante en la capital de la República dirigiendo las brigadas de Acción, fue modelo de cómo debe actuar la militancia en el llano ayudando a sus hermanos de la Sierra.”

Fontán cursó los primeros estudios en una modesta escuela pública de su ciudad natal y se traslada a los once años con su familia a la capital, donde trabaja en las tareas más duras.

Luego de varios años en La Habana se inicia como intérprete de la llamada poesía negra, representaciones que fueron trasmitidas por las emisoras Mil Diez, Cadena Azul, Radio Mambí, Radio Cadena Habana y en ocasiones hasta por el canal 4 de la Televisión. 

En esta etapa de su vida se fue creando un lugar de preferencia en el público, ya que por su chispa humorística impartía a su poesía una gracia natural. 

Con gran sensibilidad humana no fue ajeno a los acontecimientos que se sucedían en Cuba en los años de la década del cincuenta en el siglo veinte.

Apenas arriba a la adolescencia se enrola en el movimiento de recuperación cívica que bajo el lema “Vergüenza contra dinero” encabezara Eduardo Chibás, dirigente del Partido del Pueblo Cubano.

Tras el golpe de estado que  se produjo en Cuba el 10 de marzo de 1952, Fontán se relaciona con jóvenes revolucionarios que evidencian su disposición de luchar contra el régimen dictatorial. 

Luego de lo ocurrido el 26 de julio de  1953, cuando un grupo de revolucionarios dirigidos por Fidel Castro realizan el asalto a los cuarteles  Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo,  Fontán se identifica plenamente con esa línea de combate contra la dictadura.

En 1955 Fidel y otros de los participantes en los ataques a los citados  cuarteles salen de la prisión producto de una amnistía que el régimen se vio obligado a decretar. Entonces Fidel reorganiza el Movimiento Revolucionario y se le identifica como 26 de Julio.

En esa etapa Fontán se incorpora en Cuba a las Brigadas del Movimiento 26 de Julio.  Sobresale por sus condiciones organizativas, disciplina y responsabilidad dentro de las tareas que se le encomiendan.

Se vio obligado a abandonar definitivamente sus labores artísticas, pues perseguido por los agentes del régimen dictatorial debió pasar a la más absoluta clandestinidad, situación que se prolongó hasta febrero de 1958 cuando apresado y tras ser torturado finalmente lo asesinaron.