Ciencia, técnica y medio ambiente

Rating 5 - Votos (4)

2318 visitas

publicado el 04/08/2021

RANA TORO, ESPECIE INVASORA

En esta oportunidad vamos a referirnos a la Rana Toro como especie invasora y sus impactos en la biodiversidad cubana.

Recientemente se hizo viral en las redes la noticia de un ejemplar de grandes dimensiones de Rana Toro o Rana catesbeiana,

 

en un lago de la Habana. Este suceso, aunque ocurrido hace más de tres años, solo es un indicio de las proporciones que puede adquirir una especie invasora cuando encuentra un clima y condiciones adecuadas para su desarrollo; sin embargo, la historia es mucho más antigua.

La Rana Toro, catalogada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Es originaria de América del Norte, pero ha sido introducida en muchos países para la producción de alimentos, ya que su carne presenta alto valor energético y nutritivo porque ha hecho que se convierta en un plato apetecido y de alto precio.

La Rana Toro fue introducida en Cuba en 1915 y dados sus fines alimenticios y comerciales se expandió ampliamente en el país. Por la demanda mundial de su carne, se buscó explotar su valor económico mediante la producción en cautiverio para la exportación. Trabajos existentes promovían el mejor estudio de la especie, para mejorar las condiciones y rendimientos de la cría en cautiverio.

Se conoce mucho sobre el voraz apetito de la Rana Toro y su alimentación va a depender de la necesidad y disponibilidad de presas. Puede alimentarse incluso de peces, pero solo en situaciones en que no puede obtener otra presa con mayor facilidad. En la literatura se ha involucrado a esta especie como agente causal de la declinación o incluso con extinciones locales de algunos anfibios nativos, debido a la depredación directa y a la competencia por el alimento. Otros trabajos también sugieren que esta especie de rana es portador asintomático del hongo quítridio (Batrachochytrium dendrobatidis), propagando así la enfermedad llamada Quitridiomicosis. Esta enfermedad ha causado la extinción de anfibios nativos en varias partes del mundo y desde el año 2007 la enfermedad fue reportada oficialmente en Cuba. La extensión de la Rana Toro en los campos de Cuba bien pudiera constituir una vía de dispersión de este agente.

Con la información existente hasta el momento, Rana catesbeiana, resulta más beneficiosa que perjudicial, aunque la situación pudiera cambiar. Podría ser considerado nuevamente un recurso de importancia a nivel económico y alimenticio para el país. Se ha comentado que en la actualidad sus poblaciones pudieran estar disminuyendo producto de la interacción con otra especie invasora, muy agresiva también, que es el pez Gato o Claria (Clarias gariepinnus) que puede estar depredándola intensamente, pero no existen estudios a largo plazo sobre estos aspectos. De cualquier forma, se impone un manejo integral de los centros de producción de esta especie para controlar o restringir su liberación en ambientes naturales. 

Sabías que el test o la prueba de la rana era una prueba de embarazo que se usó intensivamente hasta los años 1960, y que continúa usándose en zonas rurales de muchos países latinoamericanos por su simplicidad y bajo costo. Consiste en inyectar a una rana o sapo hembra, bajo la piel, la orina de la paciente. La orina de una mujer embarazada contiene la hormona GCH que estimula la ovulación del animal. Si la rana desovaba en 24 horas, el test se consideraba positivo. Este test se desarrolló inicialmente en Sudáfrica en los años 1930 con la especie de sapo Xenopus laevis y luego se extendió a otras especies de anfibios.

Un método que lleva el mismo nombre, pero basado en un fenómeno biológico diferente que requiere machos en vez de hembras, fue desarrollado en Argentina (1947), con el sapo Rhinella arenarum. La inyección de orina en el saco linfático dorsal del sapo macho provoca la eyaculación del animal dentro de las tres horas siguientes. Este método fue luego extendido a otras especies por investigadores como Ramírez Olivilla, Benach y Martell en Cuba (1948) con la rana toro y Wiltberger y Miller en EE. UU. (1948) con la rana pipiens.

Creado por MSc:Olaida Cañizares Peña

Su opinión importa
Déjenos sus comentarios

Tenga en cuenta que:

  • No debe usar palabras obscenas u ofensivas.
  • Deben estar relacionados con el tema.
  • No se publicaran los que incumplan las políticas anteriores.




0 comentarios insertados