La primera mujer cubana en graduarse en Doctora en Medicina fue Laura Martínez de Carvajal, nacida en La Habana el 27 de agosto de 1869. Constituyó un ejemplo de entrega profesional y símbolo en lo que respecta a la superación de la mujer cubana.

Esta célebre mujer para alcanzar su propósito tuvo que romper las barreras sociales que confinaban a las del sexo femenino a las labores domésticas.

Nacida el 27 de agosto de 1869, y de padres españoles radicados en Cuba, terminó la enseñanza primaria a los nueve años y el Bachillerato a los trece, siempre con notas excelentes. Después matriculó  la Licenciatura en Ciencias Médicas en la Universidad de La Habana y en 1889 se convirtió en la primera cubana graduada en esa especialidad. Con su clara inteligencia, firme voluntad, modestia y valor para afrontar complejidades realizó su preparación teórica y práctica en el Hospital de San Felipe y Santiago, ubicado en los altos de la cárcel de la ciudad, donde atendió a sucios y hacinados enfermos.

De inmediato se casó con el oftalmólogo Lino López Veitía, en cuya consulta particular trabajó. Ambos redactaron prestigiosos textos de la profesión y la revista Archivo de la Policlínica.