Identificado por sus contemporáneos como un trovador cubano  Francisco Poveda Armenteros fue un  destacado poeta. Su  nacimiento ocurrió en 1796 en La Habana. Durante su existencia  realizó diversos oficios y profesiones.  En 1830 publicó su colección de poemas "La guirnalda habanera".

Fue el autor de la obra teatral "El peón de Bayamo", que resultó representada en una velada en el Liceo de Guanabacoa, en  1879. 

Otra de sus obras fue  “La vida del estanciero”, un poema significativo en el que en su parte inicial expuso:

Por la mañana temprano

Se levanta el estanciero:

Va a la cocina primero

Con un tabaco en la mano.

Atiza el guarda candela

Hasta que produce llama,

Después le aplica una rama

Y previene la cazuela.

Seguidamente procura

Cuando hervir el agua ve,

Echarle pronto el café

Y un trozo de raspadura.

Coge el hacha y raja leña,

Carga el agua, va al corral,

Quita el rejo al recental

Y luego la vaca ordeña.

Acerca de Francisco Poveda Armenteros el doctor Salvador Bueno señaló que  es indudable que él sabía llevar a sus versos la frescura, la espontaneidad, la luminosidad y gracia de la poesía popular.   Poveda Armenteros resaltó en una de sus obras el simbolismo de la palma, que es considerado el árbol nacional de nuestro país. 

Afirmó en su poema:

Alegres campos de la Patria mía
Donde  la palma su copa al cielo eleva,
En vuestro fértil suelo jamás nieva
Ni crueles fieras la montaña cría:
Seguro el labrador espera el día,
Y unce los bueyes, y el arado lleva
Donde trabaja en la labranza nueva
Que al trasponerse el sol dejado había:

Prados fecundos de verdor eterno,
Floridos valles, caudalosos ríos,
Primavera es en vos el crudo invierno;
Y la aurora con pródigos rocíos

En las cumbres más altas y en los llanos
Colma el rico placer de los cubanos.