WALFRIDO GUEVARA NAVARRO
Cuba se caracteriza por haber contado a través del tiempo con prestigiosos músicos y compositores que le han dado aportes significativos al cancionero nacional con creaciones en distintos géneros. Ese fue el caso de Walfrido Guevara Navarro, quién falleció en La Habana el 23 de junio del 2004, cuando contaba 87 años.
En la despedida de duelo de este creador, José Loyola, quién en ese momento era Vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba expuso que la obra de Walfrido será perdurable, por su calidad y su fidelidad a las raíces y que siempre sería recordado en forma específica en la Asociación de Músicos de la UNEAC por su activa participación, y sobre todo por haber sido una de las voces más importantes en la plasmación musical de la poética de Guillén.
Y aseguró José Loyola al hacer referencia a la gran identificación y amistad que existiera entre Walfrido Guevara y Nicolás Guillén: “Ciertamente él ocupó en el corazón de Guillén un sitio privilegiado. Dijo en una ocasión: “Pienso que nos une el alma de la bohemia cubana.
El nacimiento de Walfrido Guevara tuvo lugar en Santiago de Cuba el 9 de diciembre de 1916. Con el decursar de su existencia como compositor y trovador desde muy joven dio su aporte al desarrollo de la música cubana. Ya desde los años de la década del cincuenta en la pasada centuria varias de sus creaciones musicales alcanzaron los primeros lugares de las listas de éxitos de Cuba y en otros países de Latinoamérica.
Algunas de sus composiciones también alcanzaron popularidad por haber sido cantadas por destacados intérpretes tales como Benny Moré, Roberto Faz y Tito Gómez, así como por dúos y agrupaciones. Entre sus creaciones figuran títulos como Un juramento de amor, Derrotado corazón, Canción del borracho, No quiero matarte, Dengue con dengue y Bésala y cásate.
Más allá de haber sido un fecundo compositor de canciones y boleros y del género cha cha cha, Walfrido Guevara también integró como trovador dúos Inicialmente formó parte de dúos y tríos y después tentado por el auge de la radiodifusión en la capital se trasladó en los años cuarenta a La Habana. En la capital cubana alcanzó un gran reconocimiento nacional como autor. En ese período obtuvo significativa notoriedad al popularizarse creaciones suyas en las voces de Bienvenido Granda y Daniel Santos.
En el transcurso de los siguientes decenios no sólo siguió dando su aporte a la música cubana como compositor y trovador sino que también desarrolló una activa labor en la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC. Por su meritoria labor Walfrido Guevara recibió varias condecoraciones entre las cuales estuvo la Distinción por la Cultura Nacional y otras otorgadas por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, institución de la cual fue, en agosto de 1961, uno de sus fundadores.