Sara Hilda Pascual Canosa, cuyo fallecimiento ocurrió en La Habana el primero de septiembre de 1987, cuando contaba 82 años, fue  una destacada luchadora revolucionaria cubana

Nacida en la capital cubana  29 de noviembre de 1904 desde la etapa de su juventud se distinguió por participar en las luchas estudiantiles y también en acciones contra la dictadura de Gerardo Machado. Ella asistió al primer congreso estudiantil efectuado en Cuba, realizado en el mes de octubre de 1923 en La Habana.

Durante las luchas estudiantiles se relacionó con Julio Antonio Mella, a quien  conocía porque ambos ingresaron y estudiaron la Universidad de La Habana.  Fue también conocida como activa luchadora por los derechos del pueblo y en especial de las masas femeninas. En 1927, con sólo 23 años, ingresó en el Partido Comunista, por lo que, al momento de su fallecimiento, era la mujer de más antigua militancia comunista en el país.

Al concluir la carrera de Derecho, comenzó a laborar junto a Rubén Martínez Villena en la Confederación Nacional Obrera de Cuba. Precisamente a través de su amistad con Villena, ella conoció al que más tarde sería su esposo, el obrero ferroviario Higinio Ordoqui, también militante comunista, con quien estuvo casada 35 años hasta la muerte de éste.

En el mes de marzo de 1930 se creó, por orientación del Partido Comunista de Cuba, la Defensa Obrera Internacional, que en realidad era una sección cubana del Socorro Rojo Internacional. Le correspondió a Sara ser la primera secretaría general de la organización. En ese mismo año sufrió prisión por sus actividades contra la tiranía machadista.

En esa convulsa década, ya era reconocida como una activa luchadora por los derechos del pueblo. Algunos años más tarde, exactamente en 1951 viajó a Berlín como integrante del secretariado de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM).

Más tarde, por encomienda de la organización partidista en que militaba  partió a México para colaborar con los revolucionarios aztecas y además tuvo una participación destacada en la organización de la Unión de Mujeres Mexicanas. Igualmente ella combatió en Cuba al régimen dictatorial de Fulgencio Batista.

Además sobresalió por su labor en la Asociación Latinoamericana Libre, organización antimperialista que realizó una combativa campaña contra el fraudulento negocio de la construcción del Canal Vía Cuba, proyectado por Estados Unidos para atravesar el territorio cubano. Tras producirse el triunfo de la Revolución en enero de 1959 ella siguió brindando su contribución al desarrollo del proceso revolucionario.

Por su meritoria labor se le concedió la condición de fundadora del Partido Comunista de Cuba así como se le entregaron varias condecoraciones, entre ellas la Orden Mariana Grajales, y las Medallas XX Aniversario del triunfo de la Revolución  y la de Combatiente de la Lucha Clandestina.