Nacido en La Habana el 19 de febrero de 1926 Rolando Vergara Rodríguez llegó a ser un reconocido y popular compositor cubano.  Se vinculó desde muy joven al mundo de la música. En la etapa de su juventud, al tiempo que cantaba música campesina y se iniciaba en el oficio de la cristalería, compuso sus primeras obras. En los años de la década de 1940 cantaba coplas en el programa radial la Hora Infantil del Bando Tricolor.

Él comentó al respecto: “Nunca tuve una gran voz. Me gustaba cantar, no me perdía los programas populares de la radio. Me encantaban las controversias de los poetas, sobre todo las de Angelito Valiente y el Indio Naborí, así que alguna vez los amigos me embullaron para que me presentara en un espacio de música campesina.”

Posteriormente comenzó su quehacer como creador y compuso numerosas obras de diversos géneros.  Obtuvo sus primeros éxitos en 1958, cuando Benny Moré - el Bárbaro del Ritmo – le grabó No lo dejes para luego. Entre sus obras más relevantes se destacan: “La nada, nada inspira”, “Hermosa Habana”,  “He venido”, “Yo bailo con Chana”, “Rumba como quiera”, y “Yo bailo de todo”.

Sus composiciones sobrepasan las doscientas, interpretadas por notables exponentes de la música cubana y de otras naciones.  Diversos cantantes y agrupaciones cubanas han interpretado a través del tiempo las creaciones de Rolando Vergara, entre ellos Omara Portuondo, el cuarteto Los Zafiros, y las orquestas Aragón y Adalberto y su Son. Particularmente fue muy significativa su relación con los integrantes del cuarteto Los Zafiros.

Esta agrupación incluyó en su repertorio numerosas creaciones musicales suyas, que alcanzaron primeros niveles de popularidad en el archipiélago cubano.  Muy especial fue  la creación que le dedicó a La Habana que aún hoy suele ser bastante difundida. Vergara la tituló Hermosa habana y   en realidad puede decirse que ésta es,  sin lugar a dudas, una de las cartas de identidad de un habanero que sintió un gran amor por su ciudad natal y en la que desenvolvió su existencia. 

En una oportunidad al referirse a esta composición él afirmó:   “Yo no sé si me van a recordar, pero sí estoy seguro de que otros, de aquí a un tiempo, cuando miren la ciudad, podrán sentir la sinceridad de lo que escribí al cantar a su hermosura”. Sobre qué le motivó para componer Hermosa Habana, Rolando Vergara afirmó que en una tarde no muy calurosa en el año 1963, al ver a la altura del Paseo del Prado el mar calmado y el vuelo lento de unas gaviotas, se dijo: “De verdad que está linda mi Habana”. Concibió entonces los primeros versos y luego en la casa le dio taller al asunto. Y también significó: “La gente piensa que es un tema para la noche habanera. Pero no es así. Lo que pasa es que las noches están hechas para esa canción”. Rolando Vergara falleció en La Habana el 3 de agosto de 2010.