
13 de marzo: un acto de extraordinaria audacia y valentía
… la historia de Cuba es una fuente inagotable de valores que deben y pueden ser trasmitidos.
Fidel Castro
El 13 de marzo de 1957 en La Habana como parte de la lucha contra la dictadura batistiana los integrantes del Directorio Revolucionario encabezados por José Antonio Echeverría, dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria, realizaron el asalto al Palacio Presidencial y la toma de la emisora Radio Reloj.
La mayor parte de los que participaron en dichas acciones lograron penetrar en el Palacio para tratar de capturar y ajusticiar al dictador Fulgencio Batista.
A su vez José Antonio con un pequeño número de combatientes pudo penetrar en Radio Reloj en la que después de haberse difundido algunas noticias referidas al ataque al Palacio Presidencial, comenzó a difundir una Proclama que finalmente no pudo concluir al producirse la salida del aire de la emisora.
Entonces de inmediato él se marchó del edificio Radio Centro, en 23 entre L y M para trasladarse hacia la Universidad de La Habana donde tenía previsto seguir dirigiendo todas las acciones que se realizarían en la capital cubana.
Casi llegando a la entrada de vehículos del recinto universitario por la calle 27 de noviembre se produjo un encuentro casual con los miembros de un carro patrullero. El destacado dirigente estudiantil salió del auto en que viajaba accionando el arma que portaba pero fue abatido por los disparos ocasionados por los miembros de la policía del régimen dictatorial.
A su vez los integrantes del Directorio que atacaron el Palacio Presidencial no pudieron capturar al dictador porque varios de ellos aunque llegaron hasta el segundo piso e incluso pudieron penetrar en el despacho de Batista allí no lo localizaron ya que se había ido hacia el piso superior de la edificación a través de una escalera secreta.
A los combatientes revolucionarios les fue imposible poder avanzar por una amplia escalera central del Palacio sin poder contar con la debida protección, ante los disparos efectuados por los soldados sobre todo de una ametralladora.
Debido a ello no se logró el propósito esencial de esa acción ese 13 de marzo, que contemplaba igualmente tras la ocupación del Palacio la participación de diversos sectores de los habitantes de La Habana en el desarrollo de la lucha, según el llamado hecho por José Antonio Echeverría en su alocución por Radio Reloj.
Cuando ocurre el asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj ya hacia varios meses que en la zona oriental del territorio cubano Fidel Castro se hallaba al frente de un grupo de combatientes rebeldes en la Sierra Maestra.
A finales de agosto de 1956 Fidel Castro y José Antonio Echeverría se habían encontrado en México para analizar la situación existente en Cuba y como lograr el inicio y desarrollo de la lucha contra la dictadura batistiana.
Ya el 25 de noviembre de ese año Fidel viajó en unión de un grupo integrado por 82 expedicionarios desde el puerto mexicano de Tuxpan hacia Cuba a bordo del pequeño yate Granma. Pudo desembarcar el 2 de diciembre por una zona cercana de la playa Las Coloradas, en la parte sur de la entonces provincia de Oriente. Tres días después los combatientes rebeldes fueron atacados en forma sorpresiva por soldados de la dictadura batistiana en Alegría de Pio, lo cual provocó la dispersión de los expedicionarios, incluso varios de ellos resultaron vilmente asesinados al caer prisioneros en los días siguientes.
No obstante el revés Fidel mantuvo su decisión de proseguir la lucha y cuando logró reencontrarse con un muy reducido número de combatientes ratificó su determinación de seguir el combate contra el régimen dictatorial y mantuvo su fe en la victoria.
Así cuando ocurren las acciones en La Habana llevadas a cabo por los integrantes del Directorio Revolucionario, Fidel se enteró de ello estando en la Sierra Maestra.
Tras el triunfo de la Revolución Fidel habló en varias ocasiones en los actos realizados para conmemorar la fecha del 13 de marzo y rendir igualmente homenaje a José Antonio Echeverría y a los demás combatientes que cayeron ese día en 1957 en el intento de ocupar el Palacio Presidencial y los que fueron asesinados en fechas posteriores.
Precisamente en el discurso pronunciado en el acto solemne por el aniversario 45 del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, efectuado en el teatro "Carlos Marx", el 13 de marzo del 2002, Fidel señaló al recordar lo ocurrido tras la salida del aire de la emisora:
“Todavía escucho el extraño tic tac de Radio Reloj, mudo de palabras.”
Y agregó más adelante que desde una montaña a mil metros de altura en el corazón de la Sierra Maestra, trataba de escrutar aquel misterio.
Precisó al respecto:
“¡Algo grave sucedía! Lejos estaba de imaginarme que en aquel instante un grupo de heroicos compatriotas, con José Antonio al frente, estaban llevando a cabo el compromiso de luchar unidos para "derrocar la tiranía y llevar a cabo la Revolución Cubana", suscrito en México entre el Movimiento 26 de Julio y la Federación Estudiantil Universitaria el 30 de agosto de 1956.
Fidel igualmente planteó en esa oportunidad:
“Ese 13 de marzo, cuando nuestra modesta fuerza expedicionaria había sido atacada por sorpresa, disuelta y casi exterminada días después del desembarco, José Antonio cumplió lo que a su juicio era un deber sagrado que emanaba de la Carta de México y de sus propias convicciones. Con él lucharon y junto a él dieron sus vidas muchos heroicos combatientes del Directorio Revolucionario fundado por él el 24 de febrero de 1956.”
Cinco años antes Fidel igualmente había comentado la trascendencia histórica del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj. Al resumir el acto realizado con motivo de cumplirse un aniversario más de ese hecho que conmovió a La Habana y a toda Cuba, destacó:
“Debo decir que el ataque a Palacio el 13 de marzo fue un acto de extraordinaria audacia y valentía, puesto que la capital de la república estaba llena de perseguidoras, de unidades militares, de carros blindados, de tanques, de aviación; las reacciones del enemigo eran impredecibles.”
Y además manifestó:
“Esos son acontecimientos históricos que nunca se olvidan, ni se olvidarán…”